Pacheta firmó uno de sus mejores partidos como peñista al marcar un doblete con dos tantos de bella factura. | Toni Escobar

La Peña Deportiva, que venía de encajar antes del parón navideño un 5 a 1 en Son Bibiloni, tenía ganas de reivindicarse ante su afición y mostró ayer su mejor versión para firmar el mismo resultado encajado ante el filial del Mallorca, pero eta vez a su favor, ante un Binissalem menos bravo de lo esperado.
El equipo de Santa Eulària ofreció un recital de goles y juego, especialmente en el primer tiempo, ante un rival que no atesoró sobre el terreno de juego su posición en la tabla.
Tras una doble ocasión de Juanma y Carlos Tomás en los primeros minutos, José Luis abrió la lata al cuarto de hora. El centrocampista se hizo con un balón suelto en la frontal y se sacó un disparo que botaría ante Perales antes de alojarse en las redes. Todo el equipo lo celebró con el goleador en un abrazo liberador.
Inmediatamente, Pacheta hacía el segundo de la tarde tras un saque de esquina. El ariete se elevó hasta el cielo, muy por encima de sus defensores, para conectar un certero cabezazo que significaba el segundo zarpazo de los ibicencos.
El Binissalem quedaba noqueado y, tras librar mucha batalla desde el inicio, venían los mejores minutos locales y con ellos más ocasiones para ampliar la renta.
Hubo en el 22 un gol en propia meta de los mallorquines que el colegiado Bordoy Díaz anuló por falta previa de un atacante de la Peña. Rondaba el tercero, que se materializó en el 36, cuando Pacheta controló con maestría un balón aéreo, se giró y dribló con habilidad al meta visitante para empujarla a placer.
El delirio se trasladaba a las gradas, donde apenas 150 personas se rompían las palmas para agradecer el espectáculo.
Tan clara era la superioridad local que los de Dani Mori bajaron el listón y se relajaron. Los de Bartomeu Pons lo aprovecharon para marcar en su única combinación de peligro hasta el momento. Fue en el 39, con una rápida transición en la que Campoy habilitó a Forteza, quien batió a Torres.
El gol visitante dejaba cierta inquietud aunque apenas por unos minutos, pues Pando borró de un plumazo cualquier esperanza visitante con el cuarto, que llegó al filo del descanso. El centrocampista remató de cabeza un balón que Perales rechazó, aunque en una segunda tentativa lo superó con los pies.
El cuatro a uno dejaba ya sentenciado el encuentro antes del descanso. En el segundo tiempo, la Peña Deportiva contemporizó y controló a su rival, que no se acercó al arco local.
Mori sacó al juvenil Luna, que debutó de la mejor manera posible: con el quinto tanto en el primer balón que tocó. Así, apenas un minuto después de ingresar en el campo, aprovechó un rechace de Perales y marcó el 5 a 1 en el 74. Dos minutos más tarde, el debutante asistió a Juanma, quien sería derribado en el área en un penalti que erraría posteriormente Pando en lo que habría sido un resultado más propio del tenis que del fútbol.