Un grupo de jóvenes atiende las instrucciones de uno de los monitores. | Toni Escobar

Ses Figueretes se convirtió el pasado sábado en el epicentro del fútbol sala insular. Alrededor de 200 jóvenes de entre 3 y 12 años se dieron cita para disfrutar de una ‘diada’ del programa de escuelas municipales, gestionadas por el Gasifred Atlético y que cuentan con diez monitores distribuidos por los distintos centros.

«En este programa participaron niños de todos los colegios del municipio de Eivissa. En septiembre se realizó una promoción por los colegios de la ciudad y en octubre pusimos en marcha la actividad. Este año tenemos grupos en la Asociación de Vecinos de Figueretes, en la que participan los niños del Colegio Poeta Villangómez y Cas Serres, en Sa Blancadona, en Portal Nou, en Sa Graduada y en La Consolación, explicó Juanan Torres, coordinador de las escuelas’.

En total, se llevan a cabo nueve ‘diadas’ a lo largo del curso, entre octubre y mayo. «A ellas siempre invitamos a otros clubes o colegios externos a participar, como es el caso del CF Rápid, el Colegio Can Raspalls o La Unión de Sant Antoni», comentó Juanan, que en esta última contó con 16 equipos de las categorías mini a la alevín pertenecientes a los centros Can Raspalls, AA. V.V. Figueretes, Gasifred, La Unión, Blancadona, Sa Graduada, Gasifred, La Consolación y Portal Nou.

El objetivo principal de este programa es «fomentar el fútbol sala entre los niños y valores positivos del deporte como el trabajo en equipo y el compañerismo. No buscamos la competición. Estamos en una etapa escolar y creemos que hay aspectos que en esta edad están por delante del competitivo. Para nosotros es muy importante que todos los niños participen por igual y disfruten del deporte. Realizamos ligas escolares, pero no las enfocamos a un ambiente competitivo, sino que pretendemos que todos los equipos se enfrenten a todos y que haya diversidad. Prima la participación por encima de los resultados», dijo.

Una vía para el futuro

En este sentido, piensa que el proyecto ‘Ningún niño sin jugar’ podría aumentar la participación en el futuro. La propuesta consiste en que los jóvenes que no vayan convocados por sus equipos en las ligas insulares de fútbol puedan participar en fútbol sala porque, al fin y al cabo, «se trata de dar patadas al balón», como afirmó el creador del proyecto, Toni Costa. «Me parece una idea genial la propuesta realizada. El gran problema que le veo es que no creo que sea el momento adecuado a mitad de temporada, a sólo unos meses de finalizar las ligas. Todos los equipos ya tienen la temporada planificada y sus esquemas hechos, pero me parece un proyecto muy interesante y creo que, si se desarrolla y se trabaja bien, de cara a la próxima temporada puede triunfar».

Torres recomienda a los padres que apunten a sus niños al fútbol sala porque «es un deporte apasionante, muy intenso y vistoso». «En edad escolar, es muy positivo para los niños y tiene muchas ventajas. Al jugarse en un terreno reducido con sólo cinco jugadores, permite que todos los niños puedan tocar el balón más veces y siempre estén en contacto con él. Ello nos permite mejorar mucho la técnica. Se pueden hacer los cambios que uno desee, por lo que favorece la participación de todos por igual. Otra ventaja es el fácil acceso que tenemos a una pista de fútbol sala, ya que podemos encontrar una en todo patio de colegio o asociación de vecinos», indicó.