El San Rafael no supo crear ocasiones de gol en la tarde de ayer, en un partido en el que antepuso el cuerpo a cuerpo a la calidad.

Adiós al sueño. Si alguien creía en las opciones del San Rafael de meterse en puestos de play off esta temporada, ya puede ir olvidándose de ello. El equipo de Vicente Román cayó ayer de manera clara contra el Mallorca B, líder de la categoría, y tendrá que conformarse con pelear por finiquitar cuanto antes una permanencia que nadie duda que conseguirá y, después, quedar lo más arriba posible.
El San Rafi estuvo irreconocible en la tarde de ayer, posiblemente por la superioridad visitante. El conjunto ibicenco ni siquiera puso a prueba al portero Benji, que ayer no se pudo saber si es tan bueno como el de los dibujos animados porque se convirtió en un espectador más. Los locales no tuvieron ideas en ataque. Eso, unido a que sus dos máximos artilleros, Luque y Pantoja, comenzaron en el banquillo, hizo imposible que los bermellones se llevaran un susto.
La primera parte fue una oda al centrocampismo y al juego físico. Tal fue la batalla que en los primeros siete minutos ya se vieron dos tarjetas amarillas, una por bando. La primera y única ocasión de los rafelers en todo el encuentro se produjo al filo de la media hora de juego, cuando Elías recibió un centro desde la derecha y, en el interior del área, voleó el balón al lateral del campo. Ése fue todo el bagaje ofensivo del San Rafael.
Dominio visitante
Con el paso de los minutos, el Mallorca B, con su rival menos fresco, fue apoderándose del balón. Hugo cabeceó fuera un saque de esquina que previamente había peinado un compañero. Fue el primer aviso de los mallorquines, que cinco minutos después, también de cabeza, dispusieron de una grandísima oportunidad para marcar. Sin embargo, Hortal estuvo atento para despejar el remate de Rodado a córner.
Tras el descanso, el Mallorca B no perdonó. La primera que tuvo, la transformó en gol. Ángel se sacó un disparo lejano que se coló junto al palo derecho del portero blue. Vicente Román trató de reaccionar dando entrada a Luque por Fofi en el minuto 55. Ni así encontró la manera de crear peligro. De hecho, Pep Vidal rozó el segundo tanto, pero su remate se estrelló en el exterior de la cruceta. Quien no perdonó fue Calderón, que desde fuera del área ejecutó un disparo bombeado que se coló por la mismísima escuadra. Fue el broche de oro a la victoria bermellona y el adiós definitivo a un sueño, el de ver al San Rafi en el play off.