El San Rafael volvió por sus fueros para dejar apalabrada una permanencia que, tal y como ha transcurrido la temporada, nadie discutía. El equipo de Vicente Román superó por la mínima al Constància y se sacó así la espinita que le quedó clavada ante el Mallorca B, ante el que no dio una buena imagen. En esta ocasión, los rafelers sí fueron fieles a su estilo y eso les permitió sumar tres refrescantes puntos para cerrar sin un mal sabor de boca su ‘Tourmalet’ particular, saldado con dos derrotas (Mallorca B y Binissalem) y una victoria, la de ayer.

Pocas ocasiones se vieron a lo largo del encuentro, pero la imagen nada tuvo que ver con la del último partido en casa del conjunto blue. La pelota estuvo en su poder y dejó claro, especialmente por los costados, que podía hacer daño a los de Inca. Pese a que la primera aproximación de peligro se produjo por parte visitante, aunque casi de manera involuntaria, con un balón que besó el larguero, las sensaciones eran otras. De hecho, Luque, al rematar fuera un centro de Aparicio, y Gady, en un cabezazo que se marchó alto, estuvieron cerca de adelantar a los locales.

La segunda mitad

La primera parte, en la que se produjo la mala noticia de la lesión de Iván Morales, se cerró con un único remate entre los tres palos. Biel Gili se encontró con Hortal en el camino y el cerocerismo se mantuvo hasta el descanso. Tras el asueto, el partido siguió por los mismo derroteros, con una ligera superioridad del San Rafi, que, por fin, tradujo su dominio en gol en el minuto 66. Aparicio se marchó por el costado izquierdo, dio un pase a la frontal del área y Cruz, tras dejar pasar el balón Fofi entre sus piernas, empaló el esférico al fondo de la red.

Con el paso de los minutos, el Constància se fue sacudiendo la presión rival. La necesidad de evitar un revés le obligó a estirar líneas y a punto estuvo de conseguir el empate en la recta final. Bueno, por partida doble, acarició el empate, pero su primer disparo fue a parar a manos de Hortal y el segundo se marchó lamiendo el palo, esfumándose así la oportunidad de sumar algo ante un San Rafi que, una vez más, dio una alegría a los suyos.