Los jugadores del San Rafael celebran el tanto del empate, ayer en tierras menorquinas. | Josep Bagur Gomila

El San Rafael, rocoso y disciplinado, sumó un punto ante el Penya Ciutadella. Los hombres de Pere Vadell gozaron de claras ocasiones para desnivelar la balanza a su favor, pero no anduvieron certeros en la definición. Eso lo aprovecharon los rafelers, que sólo inquietaron la portería defendida por David en jugadas de estrategia. Precisamente, en una de ellas lograron el empate. En el cómputo de los 90 minutos, los locales fueron superiores a su rival y Carlos, que logró el tanto del Penya, tuvo antes del empate pitiuso el 2-0 en una jugada personal. Fue un partido trabado y los visitantes, en fases del encuentro, abusaron de los codos sin que el colegiado lo supiese cortar. Como muestra, todas las tarjetas al Penya fueron por protestas al trencilla.
La primera ocasión del encuentro fue para los visitantes. Un saque de esquina fue cabeceado por Enric fuera por poco. La iniciativa, sin embargo, era de los locales, que se jugaban más en el envite. La primera ocasión azulona fue a cargo de Xavi. Su lanzamiento de falta fue despejado a córner por la zaga pitiusa. Seguían insistiendo los hombres de Pere Vadell y Carlos se sacó un fuerte disparo que significó el 1-0. El tanto fue concedido por el árbitro asistente al considerar que, antes del despeje del portero Hortal en el poste, el esférico había traspasado la línea de gol.
Tras el tanto conseguido, el propio Carlos, en una jugada personal, se plantó de nuevo ante el meta y la zaga visitante despejó su disparo a saque de esquina. Pudo ser la sentencia del partido. En cada jugada a balón parado, los hombres de Pere Vadell sufrían ante la envergadura del rival. Cerca del descanso, en una falta lateral, el San Rafael consiguió el empate con un cabezazo de Carboneras.
La segunda parte arrancó con otra internada peligrosa de Carlos que fue desbaratada por la defensa ibicenca a saque de esquina. En el córner, Llopis tuvo una ocasión clara. Su remate fue despejado de nuevo por la cobertura rival. Vadell movió el banquillo y dio entrada a Zurbano y Eric para dar más frescura al ataque. Los visitantes se defendían con orden pero con la salida del delantero navarro no estuvieron tan cómodos.
En otra acometida del Penya, Eric se precipitó al rematar. Su compañero Llonga estaba en mejor situación para culminar la jugada. En toda la segunda parte, el San Rafael fue incapaz de acercarse con peligro a la portería defendida por David. Los locales, conscientes de que todo el peligro visitante llegaba en faltas y saques de esquina, se aplicaron y no concedieron ninguna opción al conjunto de Vicente Román.
Dureza
El encuentro entró en una fase donde el juego se trabó y ambas defensas se imponían a las delanteras. Hubo algún que otro roce por los codazos de los visitantes que no supo cortar el colegiado. El Penya seguía intentado acercarse a la portería contraria, pero siempre se encontraba con la contundente y experimentada defensa. El técnico local, consciente que el empate no era malo para sus intereses, desde el banquillo ordenaba a sus pupilos que no descuidaran la retaguardia en sus ansias de lograr el tanto del triunfo.
Un contragolpe del rival en los últimos instantes podía echar por tierra todo el trabajo realizado. En el minuto 90, Pau tuvo en sus botas el gol del triunfo. Su remate, solo en el interior del área, se fue alto. Fue la última ocasión del Penya Ciutadella para haber logrado un triunfo que le hubiese acercado a la salvación.