Jordi Grimau, a la derecha, participa con los jóvenes en una acción del campus del año pasado, en Can Coix. | Redacción Digital - Arguiñe Escandón

Jordi Grimau volverá a realizar su campus de baloncesto este verano. El jugador del Gipuzkoa Basket, de la Liga ACB, quedó satisfecho con el estreno del año pasado y probará a llevar a cabo una segunda edición entre los días 27 de junio y 2 de julio.

El campus está dirigido a jóvenes de entre 6 y 18 años y se llevará a cabo en el Complejo Deportivo Can Coix, en Sant Antoni. El horario será de 09.30 a 18.30 horas y su precio es de 225 euros, con un descuento de 15 euros para los que hayan participado en la primera edición. Las inscripciones se pueden formalizar a través de la página web www.campusjordigrimau.blogspot.com.

«Vamos a comenzar ya la campaña para ver la respuesta que tenemos. El año pasado tuvimos unos 25 niños y todos acabaron muy contentos. El primer año siempre es un poquito más difícil y paso a paso irá mejorando. Estamos ilusionados con la idea de que pueda crecer un poquito. Queremos hacer las cosas bien para que sea un evento de baloncesto habitual año tras año en la isla», explicó el baloncestista profesional.

Grimau recalará en la isla a principios de junio y llevará a cabo una campaña más potente de captación. «Tenemos ya cerrada alguna colaboración con algún colegio y club para ir a ver a los jóvenes y darles una charla. Aprovecharemos que estoy el mes de junio ahí para ver todos los niños que podamos y llegar a más gente», indicó Jordi, que pretende así «dar a conocer el campus un poco y también la cultura del baloncesto». «Creo que el hecho de que nos vean los niños ayuda. Es algo bonito que te puedan ver, aunque te conozcan mucho o poco, porque ven cómo se dedica alguien al baloncesto de manera profesional y conocen cómo es su carrera», explicó.

El jugador agradeció la ayuda de las instituciones y de alguna gente del municipio, si bien remarcó que necesitan ampliar el círculo de apoyos. «Es difícil sacar esto adelante. Tenemos pocas ayudas, pero tenemos la ilusión de que vaya creciendo. El año pasado había tres o cuatro jóvenes que no jugaban a baloncesto y ya han empezado a hacerlo esta temporada. Son cositas que nos interesan y nos gusta que vayan aprendiendo e integrándose en el deporte». Sobre la falta de ayudas, comentó que «es complicado encontrar patrocinadores y hay que tirar de ingenio, buscar opciones para que pueda salir adelante». «Ofrecemos un buen precio, regalamos la ropa, tenemos instalaciones con parqué y piscina climatizada... Además, intentamos trabajar tal y como lo hacemos a nivel ACB, con vídeo. Grabamos y tratamos las imágenes para que los niños vean qué mejorar. Intentamos que sea un campus serio, haciendo las cosas bien, y eso conlleva un coste que intentamos reducir al máximo. Cualquier ayuda nos viene bien», explicó.