Un piloto realiza un salto acrobático durante la competición que sirvió el pasado 13 de marzo para despedir el circuito de Cala Bassa. | DE

La delegación insular de motocross maneja dos ubicaciones distintas –Platja d’en Bossa y Santa Eulària– donde se encuentran sendos terrenos privados que podrían albergar un circuito provisional. Si no hay ningún impedimento técnico, en uno de estos dos emplazamientos se podrían celebrar competiciones mientras se avanza en la consecución del proyecto de Sa Coma, donde se establecería el deporte de motor de dos ruedas de manera definitiva.
Esta es la tesis con la que trabaja el ente federativo, cuyo portavoz en Eivissa, Elías Escandell, confirmó estas dos opciones aunque no quiso añadir mayores detalles. «Sa Coma es nuesta casa y trabajamos con las administraciones para que las competiciones se puedan hacer allí lo antes posible, pero mientras tanto debemos buscar algún sitio alternativo que haga de puente», manifestó. El delegado insular añadió que «hace unos pocos días» solicitó una reunión con el director insular de Deportes, Fernando Gómez, para presentarle ambas propuestas y estudiar su viabilidad. No obstante, todavía no se ha fijado una fecha para dicho encuentro, aunque confía en que se produzca a lo largo de la próxima semana.
La siguiente competición del calendario insular no se celebrará hasta el mes de octubre, cuando el campeonato balear tiene prevista una prueba en Eivissa. «Hasta ahora se habían salvado los muebles, pero ya no contamos con Cala Bassa», dijo Escandell, en referencia al circuito que se despidió hace tres semanas porque su propietario quiere darle al terreno unos usos incompatibles con el motocross. «Estos terrenos podrían ser la alternativa provisional que estamos buscando», señaló.
Terreno impracticable
Por otra parte, el mundo del motociclismo pitiuso anda estos días revolucionado por el mal estado de las instalaciones de Sa Coma, donde los pilotos efectúan sus entrenamientos, una situación que compromete su seguridad.
Al parecer, el terreno presenta una gran cantidad de piedras que han provocado en las últimas fechas múltiples caídas. Aunque, por el momento, ninguna de ellas ha revestido consecuencias graves para ningún piloto, los incidentes registrados sí que han causado un gran número de averías y desperfectos en las motocicletas. «Voy a pinchazo por entreno», denunció uno de ellos en las redes sociales. «Sábado pasado acabé con la tapa del carter fisurada por una pedrada, llanta partida y radios rotos», detalló otro.
El colectivo reclama una solución, ya que según sostiene el circuito no dispone de tierra útil para poder devolver la seguridad a la instalación y las administraciones no permiten rellenar el circuito con materiales externos por motivos medioambientales.
«El circuito está pagando la falta de mantenimiento, que recae exclusivamente en los pilotos, sin ninguna ayuda», denunció Matías Rodríguez, exdelegado insular de motocross y portavoz de los pilotos. «No podemos invertir dinero en arreglar un circuito para que en pocos meses nos cambien de sitio», lamentó Matt, ya que la ubicación definitiva del futuro circuito de Sa Coma no coincide con la actual zona de entrenamiento.
«El circuito está impracticable», agregó Elías Escandell, que apuntó que preguntará al Consell d’Eivissa qué medidas se pueden adoptar para que la máxima administración insular se comprometa a garantizar el correcto mantenimiento de la instalación.