Elías pugna con un jugador del Mercadal. | Josep Bagur Gomila

El famoso miedo a las alturas, la presión, se le apareció al Mercadal que no supo romper el muro de un rocoso San Rafael, que explota al máximo sus escasos recursos futbolísticos. Los de Vicente Román, pertrechados en una cobertura sin excesivas lagunas y con un juego directísimo buscando la envergadura de Beñat y Luque para crecer ofensivamente a partir de ahí, frenaron a la escuadra rojiblanca. Los de Sant Martí no pudieron con un adversario sin varios jugadores del primer equipo y no lograron hacerse con el control de un partido que, pese a todo, pudieron ganar en el segundo tiempo. El duelo tuvo su dosis de polémica ya que tres remates (uno local y dos visitantes) acabaron en las redes, siendo invalidados por los auxiliares antes de que se produjeran los disparos.

Sufrió el Mercadal en el arranque ante la presión arriba de Beñat y Roberto que los obligó a jugar en largo y sin disponer del balón. El ariete vasco, un incordio en el primer tiempo, aprovechó un error de Domi para cruzar en el mano a mano con Jesús que desvió el tiro (9’). Ganando las segundas jugadas, los de Vicente Román frenaron al once local que no tuvo continuidad en su juego y controlaron la cita. Una falta ensayada con remate centrado de Luque y otra con cabezazo de Enric a la red invalidada por fuera de juego confirmaban que el San Rafael estaba mejor. Un tiro fuera de Víctor a la media hora fue lo único de un Mercadal que al filo del descanso encontró espacios para contragolpear y marcar.

En el segundo acto, el Mercadal se hizo con el balón y ya no padeció las llegadas del once rafeler. En un ataque, Luis cazó un rechace para superar al meta pero fue invalidado por fuera de juego.

En uno de los escasos errores que la zaga visitante concedió, Elliot puso el esférico al segundo palo y el cabezazo cercano de Lacueva lo sacó Carlos (73’) para evitar la tanto. Ni el recurso de los saques de esquina funcionó, Domi no encontró los tres palos en un cabezazo. El San Rafael, inédito en ataque, sólo apareció en alguna acción del escurridizo Manu, que siguió creando problemas a la ayer poco contundente defensa rojiblanca.

En el tramo final, Berto vio la segunda amarilla al rematar con la mano. El grupo de Román vio la oportunidad de hacer daño y dio un paso al frente y en su única ocasión vio puerta, pero el remate de Luque tras centro de Manu fue anulado por fuera de juego.