Luis Elcacho, durante el partido entre el Formentera y el Mar Menor del pasado domingo. | Toni Escobar

Veinticuatro horas después de que Luis Elcacho conociera que no seguirá como entrenador del Formentera, el técnico sigue «decepcionado» porque «parece que no se ha valorado demasiado» su trabajo. El míster ilerdense deja atrás una etapa de cuatro temporadas seguidas en la pitiusa menor, con un título liguero y la clasificación para el play off a Segunda B en todas y cada una de las campañas.

—Un día después de recibir la noticia, ¿sigue decepcionado?
—Han pasado pocas horas y las sensaciones son un poco de tristeza y decepción. Hemos puesto mucho trabajo en este club, muchas horas, mucha dedicación y vida, pero parece que no se ha valorado demasiado.

—¿Cómo resumiría estos cuatro años?
—Han sido maravillosos. A nivel profesional, han sido un espectáculo. La junta directiva de Felip Portas y el propio Felip fueron unas sorpresas muy agradables en nuestra carrera. Nos han respetado y hubo un feeling muy grande tanto a nivel profesional como personal, algo muy difícil de encontrar sinceramente. Me sabe mal ha coincidido esto con un cambio de junta. Sus motivos tendrá.

—¿Cómo era el Luis Elcacho que llegó a la pitiusa menor y cómo es el que se va?
—El mismo. Me considero un entrenador trabajador del fútbol y la verdad es que siempre que he llevado un proyecto lo he hecho con toda la buena intención del mundo y toda la dedicación posible. Es mi pasión, mi trabajo y lo hago lo mejor que sé. Está claro que para algunos estuvo bien y para otros, no tanto. Éste es el circo en el que estamos.

—¿Qué nota le pondría a su trabajo en estas cuatro temporadas?
—Que yo me califique es muy complicado. Atendiendo a la trayectoria del club, que nunca había estado en 30 años en categoría nacional, estuvimos cuatro años en play off y al tercer año ganamos la liga. Eso era impensable en Formentera hace unos años. Estoy muy satisfecho del trabajo realizado y sin el proyecto de Felip Portas esto era impensable. Formentera es diferente al resto. No tiene jugadores en la isla para poder mantener este nivel y hay que traerlos de fuera. Ha encontrado las fórmulas tanto a nivel laboral como financiero para tener un proyecto siempre en la cúspide del fútbol balear. Llegué a un club que era un desconocido total y me voy de un club que es referente en el fútbol de la comunidad balear.

—¿Cree que el ascenso se habría podido conseguir antes o después?
—El ascenso son pequeños detalles. No hemos tenido el acierto de ese pequeño detalle. Hemos estado muy cerca en dos ocasiones. Una fue contra el Eldense, un equipo que, por población, historia y recursos, le da 100.000 vueltas a Formentera, y otroa contra el Peña Sport, contra el que estuvimos muy cerca de lograr el salto. No pudo ser, pero tampoco era un objetivo del Formentera en estos cuatro años. Un ascenso son detalles muy pequeños. Recuerdo que el proyecto del Ibiza era para subir en tres años y lo hicimos a la primera. Tienes que tener suerte en los sorteos y llegar a ese momento con la madurez adecuada en la plantilla. De todas formas, el ascenso no era el objetivo. Nos lo habíamos fijado desde la dirección técnica, pero sin que fuera la meta del club.

—¿Qué ha sido lo mejor de esta etapa?
—Los cuatro play offs disputados, desde luego. Y el momento culminante fue el campeonato liguero del año pasado.

—¿Y lo peor?
—Hubo dos detalles que, para mí, han sido los más difíciles de digerir. Uno fue la marcha de Felip Portas como presidente del club y otro, por su significado, la lesión de Ayala. Nos privó de un central básico para el proyecto de este año, pero hizo todo lo posible por recuperarse y no pudo.

—Su bagaje como técnico no se reduce a Formentera. También estuvo en el Ibiza y la Peña. ¿Se puede decir que es un pitiuso más?
—Me considero así. A pesar de que habrá gente que no lo haga, yo me considero uno más.

—Si pudiera elegir un jugador que hayas tenido a sus órdenes, ¿quién sería?
—Han pasado muchos, pero me quedo con todos los jóvenes que, poco a poco, fueron debutando. Creo que les hemos podido inculcar que el fútbol es otra opción más, que luchen por ese sueño. Jugadores como Alejandro Mayans, Isaac Moya... Son chicos de 17 años que han debutado, no han fallado a un entrenamiento y se han comportando con profesionalidad total. Por fin vamos viendo que el trabajo realizado en la cantera puede dar sus frutos en un futuro no muy lejano.

—¿Dónde se ve la próxima temporada?
—No lo sé. Por querer, me vería en el Real Madrid, pero con Zidane ahí lo tenemos complicado (risas). Estamos preparados para cualquier reto, cualquier club que quiera que trabajemos ahí. Me da igual la categoría. Lógicamente, que sea un equipo donde el competir sea algo más que pasar el rato.