Pilar Escandell, en la arena, abatida tras el último punto de su partido de ayer.

Sin bronce no hay paraíso. Pilar Escandell sufrió ayer un duro golpe al quedarse con la miel en los labios en el Campeonato del Mundo por equipos. La selección española perdió contra Francia en la batalla por el tercer y cuarto puesto, aquel encuentro que eleva a uno al cielo y desciende a otro al infierno. Esta vez, al contrario que el año pasado, tocó cruz y la Roja se quedó sin un puesto en el podio.

Como siempre, el partido de dobles femenino abrió el enfrentamiento. Pilar Escandell y Rosa María Sitjà, invictas hasta la ronda de cuartos de final incluida, sufrieron su segunda derrota consecutiva. Si anteayer habían caído contra las rusas Daria Churakova e Irina Glimakova en un partido de poder a poder por 7-6 (5), 6-7 (6) y 6-4, ayer lo hicieron contra las galas Marie-Eve Hoarau y Mathilde Hoarau por 7-6 y 6-2.

A continuación llegó el turno del dobles masculino. La pareja española formada por Gerard Rodríguez y Saulo Tejada plantó cara en el primer set al dúo compuesto por Regis Courtouis y Pierre-Gilles Placide, que se apuntó la manga por 6-4. El segundo no tuvo nada que ver con el anterior y los franceses se impusieron por un claro 6-1 que les brindó el tercer cajón del podio.

Así pues, España se tuvo que conformar con una cuarta posición que, pese a dejar un mal sabor de boca, es una grandísima posición, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de Antomi Ramos. Esto provocó que la Roja dejara de ser cabeza de serie, pero no evitó que llegara lejos, muy lejos.

Pilar Escandell confesó tras el partido que estaban «un poco chafados». «Hubo un desgaste físico brutal por parte de todo el equipo. Nos costó mucho llegar hasta semifinales. Al no ser cabezas de serie, nos hemos ido encontrando por el camino a grandes equipos. La eliminatoria contra Rusia nos destrozó un poco. Se ha notado físicamente. Estamos un poco destrozados, pero, en parte, también contentos por hasta dónde hemos llegado. Hemos sido cuartos, que no está mal teniendo en cuenta las condiciones en que veníamos. Pensándolo fríamente, es una gran posición», explicó la ibicenca.