Pilar Escandell, durante el Mundial disputado la semana pasada en Moscu.

En el mundo del deporte suele decirse que el cuarto puesto, por quedarse a un único paso del podio, es el que no quiere nadie. Es el que le tocó ocupar a España en el Mundial disputado Moscú, tras caer en semifinales ante la selección anfitriona y, después, ante Francia en la lucha por el bronce.
Días después de perder ante el equipo galo, Pilar Escandell, ya en Eivissa, confiesa que todavía siente «rabia» por no haber podido repetir medalla en el Mundial de tenis playa.
No obstante, a pesar de un temperamento altamente competitivo, valora muy positivamente la clasificación alcanzada en Moscú a tenor de las circunstancias que vivió el combinado nacional. «Sin duda, hemos dado la talla», afirma con merecido orgullo, ya que poco antes del torneo, la selección perdió a su mejor hombre, Antomi Ramos.
La ibicenca dice sin tapujos que el canario «es un superdotado para este deporte y con él podemos contar con un punto casi seguro en el masculino y otro prácticamente hecho en el mixto». La santaulariense reconoció que, en la previa del torneo, el entorno de la selección era «negativo, íbamos de bajón y hubiéramos firmado estar entre los ocho primeros».
La baja de Ramos, además, supuso perder la condición de cabeza de serie, por lo que el camino que debía seguir España hacia las medallas sería aún más complicado, enfrentándose a los rivales más fuertes.
Pero los representantes españoles no se dejaron amilanar. «Sufrimos mucho para ganar a Alemania en los dieciseisavos de final, pero luego en octavos derrotamos a Portugal con más comodidad y poco a poco nos fuimos creciendo», recuerda Escandell. En cuartos, Brasil cayó ante la ilusión de la expedición hispana, que se coló en las semifinales contra todo pronóstico.
Pero en la penúltima ronda las fuerzas del combinado español llegaron a su límite. «Nos fue de un pelo meternos en la final», afirma.
Y es que la selección nacional empezó mandando en el encuentro femenino con dos sets de ventaja. «Dispusimos de varios golden points, pero no cerramos el tercer set», rememora. «Lo hemos tenido más cerca que nunca y sin Tommy», subraya. «Siempre es mejor ganar una medalla, pero este cuarto puesto es muy meritorio, sobretodo teniendo en cuenta el equipo que llevábamos», insiste. Ahora, su objetivo se sitúa en el europeo de septiembre y el Campeonato de España en octubre, donde podría sumar su noveno título nacional en dobles.