Toni Vingut posa en las instalaciones del Grupo Prensa Pitiusa. | Toni Escobar

Toni Vingut Riggall (Eivissa, 24-12-75) se proclamó el pasado fin de semana campeón de Europa de motos de agua en la modalidad Runabout GP4. Tiene mérito, teniendo en cuenta que entrena solo y no hay más practicantes en la isla.

—¿Qué siente al ser campeón de Europa?

—La verdad es que ha sido una sorpresa. No me lo esperaba. Hace poco que estoy en mundo de la motonáutica y no tenía ninguna expectativa porque se trataba de una categoría nueva. No tenía ni idea de cuánta gente habría ni del nivel.

—¿Qué le han dicho sus familiares y amigos?

—Todos están muy contentos. Me dieron la enhorabuena.

—En un escenario como el de Eivissa, ¿cómo es posible que no haya más pilotos participando en campeonatos?

—Hay muchas motos de agua en Ibiza y gente que practica Jetski en circuitos, igual que yo, pero no conozco a ninguno en Runabout. El circuito me lo monto yo solo. Te montas en la moto, entrenas y vas solo. Me gustaría que hubiera más gente. No sé por qué no hay más. De hecho, resulta curioso que en la Península encuentres más pilotos de sitios como Madrid o Zaragoza, donde es complicado practicar esto. Aquí lo tenemos tan fácil que no sé por qué no hay más gente. Y eso que deporte de motor aquí se practica mucho, por ejemplo en motocross. Sin embargo, en motos de agua estoy solo.

—¿Qué hay que hacer para captar adeptos?

—No sé. Es algo que depende del interés de la gente. Supongo que si hay alguien a quien le interesa el Runabout pues se podrían hacer cosas, pero no conozco gente a la que le interese esta modalidad.

—Si una persona quisiera iniciarse, ¿qué tendría que hacer?

—Lo primero es conseguir una moto. También necesitas la licencia federativa, como en cualquier deporte, y ponerte a entrenar. Yo tengo unas boyas con plomos y monto un circuito. Simulo una carrera. Hago las mangas con los mismos tiempos.

—¿Usted se ejercita entonces sin entrenadores, acompañantes ni otros pilotos?

—Sí. Un inconveniente muy grande es que las condiciones de carrera son muy difíciles de simular, porque el resto de pilotos hace muchas estelas y turbulencias en el agua. Cuando vas solo, no te encuentras con eso. Aunque puedas tener olas, el tacto en el agua es muy diferente. Lo ideal es entrenar con mucha gente.

—¿Se encuentra con algún tipo de problema a la hora de entrenar?

—No. Voy a sitios de poca profundidad por el tema de las boyas y me pongo lejos de las playas. Hay un montón de rincones en los que puedo respetar los metros mínimos y no molesto a nadie.

—¿No tiene miedo a sufrir algún accidente y estar solo?

—Si te caes en una moto en suelo firme y te caes, pues te quedas quieto y no te mueves, pero en el agua te puedes desplazar. A mí no me acompaña nadie. La perfección no existe. Los chalecos de 50 newton que usan, por ejemplo, los esquiadores no te aseguran que tengas la cabeza fuera del agua, pero yo llevo uno de 100 que sí lo hace.

—¿Es un deporte costoso?

—La categoría en la que yo corro es bastante más económica que la de GP2. La moto es más sencilla, más fácil de mover. Sí que supone un gasto, pero, en función de los resultados, vas encontrando patrocinadores y ayudas. Con eso, uno puede ir tirando.

—¿Se plantea dar el salto de categoría?

—Depende de lo que se convoque. GP4 es una categoría nueva y no sé que habrá el año que viene. GP2 es más antigua y es en la que corrí el año pasado. La máxima, que es la GP1, la descarto totalmente. Ahí las motos no tienen límite de modificación y el que tiene la mejor lo tiene mucho más fácil. En GP2 y GP4 las motos son prácticamente de serie. Puedes modificar pocas cosas y lo que cuenta casi al cien por cien es el pilotaje.

—¿Tiene algún sueño por cumplir como deportista?

—Me gustan los deportes de motor y siempre voy mirando cosillas, pero no tengo una meta concreta. Yo vengo de la tierra y lo de las motos es algo reciente. Yo corría con quads, pero, viviendo en Eivissa, pensé que las motos de agua podrían ser lo ideal. No hay que olvidar todos los problemas que supone hacer Off Road aquí. Lo de entrenar en Sa Coma es muy inestable. Llevo toda la vida haciéndolo y hay momentos que está mejor y otros, peor. Lo he sufrido mucho. Muy bien no está nunca. Decidí probar en el agua porque se iba a hacer el Mundial aquí.

—¿Cuál es su próximo reto?

—Queda una prueba del Campeonato de España en septiembre y se acaba la temporada. El año que viene no sé qué haré. GP4 me gusta más. Depende un poco de lo que convoquen.