SAN RAFAEL: 1

ESPORLES: 1

Dicen que los errores pasan factura y el San Rafael ya tiene la primera de la temporada. El equipo de Vicente Román se tuvo que conformar con un empate ante el Esporles en el estreno ante su afición. Un autogol de Baena en el primer tiempo supuso un lastre que acabó pesando demasiado. Al menos, eso sí, no perdió, lo que hubiera sido un inmenso castigo para un conjunto rafeler que se mostró por encima de su rival a lo largo de los 90 minutos.

La primera parte estuvo dominada por el cuadro blue a pesar de no poder alinear su once de lujo. Y es que Román solamente podía contar ayer con 12 jugadores con ficha en el primer equipo. Pese a todo, llevó la manija del partido y fue el único que llevó peligro a la portería contraria.

Juanfran tuvo la primera gran ocasión del duelo a los 20 minutos. La jugada la inició Zurdo con un cambio de orientación hacia Manu, que se metió entre dos defensas para dar una asistencia majestuosa al killer rafeler. Sin embargo, el disparo de Juanfran lo desvió Joan con una buena estirada.

Cuando estaba a punto de terminar el primer tiempo, el San Rafi rozó el tanto por partida doble. Primero, Franco lanzó al larguero y, después, Roberto tiró fuera tras bajar el balón con el pecho en el interior del área. Cuando más cerca parecía el 1-0 llegó el tanto visitante. Una cadena de errores iniciada por Carboneras desembocó en un autogol de Baena. El Esporles mandaba en el marcador sin haber ni siquiera chutado en los primeros 45 minutos. Increíble, pero cierto.

Nada más reiniciarse el partido, Juanfran chutó fuera al borde del área tras plantarse solo ante el meta. Fue el preámbulo de lo que iba a pasar minutos después. En el 68, el delantero se anticipó al portero en un balón largo para meter la punta del pie y batirle. Los locales insistieron en busca del gol del triunfo, pero lo cierto es que fue el Esporles el que, en su único disparo, a punto estuvo de llevarse al gato al agua en una maratoniana por el costado izquierdo de Enric, que se plantó solo ante el portero y lanzó mansamente a sus manos.