Susana Sevillano volvió a demostrar que es la reina de la natación en las Pitiüses. La del Club Natació Eivissa Triatló se hizo con la victoria en la Travesía Popular Fiestas de Sant Bartomeu, que suplió en el calendario a una Travesía de ses Llagostes. No hay que olvidar que ésta se canceló recientemente debido a que la organización, que corría a cargo del Trijasa, no tenía permiso para entregar la clásica langosta viva como premio, por lo que decidió suspender la cita como medida de protesta. En su lugar se llevó a cabo esta prueba, organizada directamente por el Ayuntamiento de San Antoni, que entregó como premio una placa en lugar del crustáceo.

La barcelonesa afincada en Eivissa completó los 750 metros de recorrido, con salida en Caló des Moro y llegada en sa Cova de ses llagostes, en primera posición con un tiempo de 10’12’’. Detrás de ella llegaron el quinceañero Joan Galindo (CN Portus), con un crono de 10’24’’, y Oriol Díaz (CN Eivissa Triatló), con una marca de 10’44’’. Jorge Morcillo completó el podio masculino al llegar en la cuarta posición general. El podio femenino estuvo formado por María Ferrer, segunda, y Lorena Pomares, tercera, además de por Sevillano, campeona femenina y absoluta.

Reacciones

La ganadora lamentó irse sin una langosta a casa, pero no le dio mayor importancia. «Es una pena, porque lo divertido es llegar a casa y hacer la langosta. Mis suegros estarán tristes, pero son cosas que son así y son así. No hay que ponerse cabezones», dijo. En cuanto a la competición en sí, comentó que fue «un poco extraña porque no había nadie de nivel». «Había un par de nenes que yo entrenaba aquí cuando estaba en el Portus que han intentado apretar y han quedado delante. Eso es positivo», comentó.

Galindo también confesó que fue «una pena» irse sin el crustáceo, si bien lanzó un aviso a navegantes: «Para el siguiente año a lo mejor lo hay». El nadador de 15 años, que triunfó en su tercera participación en esta prueba, indicó que le fue «mejor de lo que esperaba». «Hubo un momento en el que se me cargó el gemelo. Intenté no forzarlo del todo y, luego, conseguí llegar a salvo», explicó un Galindo que, al igual que Sevillano, se adjudicó la primera ‘travesía sin langosta’.