Careca posa en las instalaciones del polideportivo de sa Blanca Dona. | Tomás Sánchez

José Carlos Meizoso (Ourense, 27-07-1980) más conocido como Careca, es la principal figura del Harinus Peña Deportiva. El ala-pívot formado en la cantera del O’Parrulo, con el que llegó a debutar en la máxima categoría nacional, vive su segunda etapa con la elástica peñista y no se muerde la lengua a la hora de hablar del equipo. Piensa que hay margen de mejora y considera que hacen falta refuerzos para lograr la permanencia.

—Una derrota contundente y una victoria importante. ¿Qué le parece el arranque de su equipo?

—Creo que el primer partido lo jugamos contra un equipo muy trabajado, lo contrario a nosotros. No quiero decir que no estemos trabajados, pero creo que hay que acoplarse aún al entrenador y a los compañeros. Hubo dos que llegaron más tarde. El pasado fin de semana ganamos por casta, porque el juego no fue vistoso. Tuvimos bastantes fallos, pero ganamos nosotros como pudimos haber empatado o perdido.

—Considera entonces que hay margen de mejora.

—Sí. Tiene que haberlo. Si no hubiera margen de mejora, el año que viene estaríamos en Tercera.

—¿Le hace falta algo más al equipo o simplemente adaptación?

—Creo que necesitamos un cierre o, más bien, un par de jugadores.

—¿Se atreve a darnos un pronóstico del próximo partido?

—Es un equipo recién ascendido, pero que se reforzó con gente de Primera y Segunda. Creo que contra estos equipos vamos a jugar mejor que contra los de la zona baja, porque juegan más ordenados, pero, si no estamos al cien por cien, vamos a pasarlo bastante mal para sacar algo positivo.

—¿Se siente la estrella del equipo?

—Si la estrella del equipo tiene 36 años, algo falla. No creo que esto sea cuestión de estrellas y menos en Segunda B.

—Pese a sus 36 años, su juego sigue siendo deslumbrante.

—Estoy jugando demasiados minutos. Llega un tramo del partido en el que ya no estás fresco como al principio. Aparte de eso, hay jugadores que destacan por la defensa y yo no destaco por eso, sino por atacar. Entonces, cuando estás cansado, no tienes fuerzas para encarar. Estoy bastante mermado con los minutos que juego.

—36 años. ¿Hasta cuándo la trayectoria de Careca en los terrenos de juego?

—Cuando tenía 25, veía a los de 32 y me decía a mí mismo: «Madre mía». Seguramente, si ésta no es la última temporada lo será la siguiente. Físicamente estoy bien de momento, pero en ciertos momento notas que en la recuperación y la salida no estás igual que antes. Cuando no sea útil para el equipo no seguiré jugando.

—¿Podría ser entonces la Peña el club de su retirada?

—Puede ser. A mí me gustaría retirarme en mi ciudad, pero la Peña Deportiva me ha tratado bien y puede ser el equipo de mi retirada.

—¿Le gustaría seguir entonces haciendo vida en Ibiza o tiene pensado regresar a su tierra?

—Siempre tienes pensamiento de regresar, más que nada por la familia, pero en este aspecto nunca puedes decir dónde vas a terminar.

—Es su segunda etapa en Santa Eulària. ¿Qué diferencias ve con respecto a la anterior?

—En la primera hubo un equipo hecho a base de talonario, con jugadores de Primera o Segunda. No había margen de error. En una liga de diez u once equipos, si no ganabas un partido prácticamente perdías las opciones de ser campeón, que era el objetivo. Al final, lo conseguimos porque fuimos más regulares que el Inca, pero creo que, ahora, el equipo es distinto. La Peña se tiene que centrar más en un proyecto a largo plazo, conservando jugadores y no cambiando de jugadores y entrenador todos los años, porque, entonces, no tienes un patrón ni un estilo de juego.

—Lo que sí es cierto es que, actualmente, eres indiscutiblemente el jugador más destacado del equipo, mientras que, por entonces, aquella plantilla era una constelación de estrellas.

—Había jugadores de Segunda con experiencia en Primera como Suazo y Prado. Aparte, yo ya había jugado con éste. Quieras o no, ya tienes algo ganado. Cada etapa es distinta y lo que, a lo mejor, no teníamos en aquella época lo tenemos ahora. Hay gente más joven que físicamente puede estar mejor.

—Yuyu confesó la semana pasada en PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que ponía la mano en el fuego a que el equipo se salvaba. ¿Y usted?

—Sí. Yo la pongo porque de lo contrario no estaría aquí, pero no va a ser fácil si no hacemos las cosas bien.

—Se le nota crítico.

—Sí, porque no estoy acostumbrado a estar todos los años en el equipo que queda campeón, pero sí a tener una trayectoria en la que, por lo menos, pelees por algo sin que sea un fin de semana que ganes y otro que pierdas. Tenemos que llevar una línea y eso se consigue entrenando duro y sabiendo lo que queremos hacer, estando motivados todos juntos.

—¿Por qué se decantó por esta segunda etapa peñista?

—En mi pueblo dicen que más vale malo conocido que bueno por conocer. Estefan me llamó, me dijo la propuesta que había y, como ya conozco la ciudad y un poco al equipo, me decanté por ella. Además, creo que Ibiza necesita un equipo en Segunda B.

—Me consta que podría haber sido su tercera etapa aquí porque la temporada pasada estuvo cerca de volver.

—Sí. Por una cosa u otra no hubo entendimiento entre director deportivo, presidente y jugador, que en este caso soy yo. Esas cosas pasan. A lo mejor en ese momento hay otro jugador que se cruza o el entrenador tiene otras preferencias y no pasa nada. El deporte es así.

—Ha dicho director deportivo y presidente. ¿Sabe si el entrenador tuvo algo que ver?

—No lo conocía. Me dijeron quién era, pero no tenía trato con él. No sé si tuvo algo que ver o no. Yo con quien hablé fue con el director deportivo y el presidente.

Los jugadores ofensivos se suelen marcar cifras goleadoras. ¿Y usted?

—No. No soy un goleador. Soy más de asistir que de marcar. La única meta es salvar al equipo, que es lo principal, y ayudar en todo lo que pueda tanto al equipo como a los jóvenes, a los que puedo aportar cosas que me enseñaron en su día.