El Handbol Club Eivissa consiguió ayer su primer punto de la temporada tras empatar contra el Mislata (22-22). Sin embargo, los naranja se marcharon del pabellón de Es Pratet con un sabor agridulce después de haber dejado escapar una máxima ventaja de cinco goles a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro.

El conjunto de Félix Mojón mereció mejor suerte en el encuentro de ayer. De hecho, solamente fue por debajo en el marcador en una ocasión, cuando Víctor Tomás, primero, y Lucas, después, remontaron el tanto inicial de Toni Roldán para poner el 1-2 en minuto 6. Poco les duró la alegría a los visitantes, pues Alejandro y José Ramón voltearon el marcador en un santiamén.

Alberto Vicente se encargó de poner una máxima ventaja de dos goles al filo del cuarto de hora de juego (6-4). La renta llegó a ser de tres tantos cuando Alejandro subió el 10-7 al electrónico en el minuto 26.

El Mislata se vio obligado entonces a parar el partido con un tiempo muerto y lo cierto es que le surtió efecto. No en vano, los valencianos redujeron distancias con una diana de Javier y otra de Sergio Murcia (10-9, min. 28). Félix Mojón fue el que entonces decidió también solicitar un tiempo muerto para tranquilizar a los suyos con poco más de un minuto por delante, en el que no se movió más el marcador del encuentro.

Tras la reanudación, Miguel López y Marc Torres, jugadores que tradicionalmente llevan los galones en ataque, recuperaron la máxima ventaja para los locales (12-9, min. 33). Poco después, el propio Marc se encargó de elevar la ventaja a cuatro goles (14-10, min. 37).

El cuadro visitante no arrojó la toalla. Lejos de venirse abajo, peleó cada pelota como si fuera la última y se colocó a tiro de uno (15-14, min. 41) con un tanto de Osvaldo. El HC Eivissa no quería sustos e imprimió una marcha más a su juego, lo que le permitió endosar un parcial 5-0 a su rival para alcanzar una máxima ventaja de seis tantos (20-14, min. 48).

Quedaban menos de 12 minutos para la finalización del choque y la grada ya saboreaba la victoria, pero nada más lejos de la realidad. Un parcial 0-6 enmudeció al pabellón al situar el 20-20 en el luminoso a falta de tres minutos y medio.

Un nuevo intercambio de golpes llevó al 22-22 con casi dos minutos por delante. El tramo final fue no apto para cardiacos. Hugo tuvo en sus manos la victoria, pero, en el último ataque local, la pelota tocó la cabeza del portero y, después, el larguero. Toni Roldán impidió que el Mislata pudiera atacar en los últimos segundos y eso le supuso la exclusión. Al menos, aseguró un punto en un partido que lo tenía todo para haber brindado dos.