El pabellón de Es Pratet es una olla a presión cada vez que el Handbol Club Eivissa se cita en él. La afición del club naranja es, posiblemente, la más fiel de todas. | Toni Escobar

Los aficionados al deporte en Ibiza son de ésos que necesitan un ingrediente especial para acudir en masa a un partido. Basta echar la vista atrás para darse cuenta de ello.
El Gasifred, cuando estaba en Segunda División de fútbol sala; el Club Voleibol Ibiza, cuando organizó la Copa del Rey; y el Puchi, cuando se jugó este año la clasificación para el play off de ascenso a la máxima categoría nacional, fueron llevados en volandas por alrededor de un millar de espectadores. Sin embargo, la realidad del día a día es otra. También pasa en el fútbol. La afluencia de público es escasa para ver cualquier partido de Regional. Sin embargo, el Ciudad de Ibiza recibió el calor de muchísima gente, más de la que asiste actualmente a sus partidos de Tercera, cuando disputó la fase de ascenso a dicha categoría, por no hablar del Ibiza cuando abarrotó Can Misses con motivo del ascenso a Segunda B.
En Ibiza, la asistencia durante la temporada regular es mejorable, sobre todo en el deporte rey. Los encuentros de fútbol suelen contar con 200 espectadores. Es sorprendente sobre todo porque la Peña Deportiva ha confeccionado un equipo que debería ganar la liga y porque Vila ya ha vuelto a tener por fin un equipo en la categoría. En Formentera, en cambio, sí es usual hallar más aficionados. A su favor juega, eso sí, que no hay otros deportes de elite, si es que la Tercera División puede recibir tal término.
El balonmano es el deporte que más fieles tiene. El HC Eivissa es el mejor ejemplo. Su afición siempre abarrota Es Pratet. El Puchi no se queda muy atrás tampoco, aunque en este arranque liguero la batalla la ganan los naranja. En el otro extremo encontramos al Harinus Peña Deportiva. Las movidas vividas de la temporada pasaran hicieron que muchos dejaran de ir al pabellón y no lo están teniendo fácil para reenganchar al aficionado.