El HC Eivissa sigue sin levantar cabeza. El equipo de Félix Mojón sufrió otro duro golpe ayer en casa contra el Maristas Algemesí, que se impuso por 23-28. Esta derrota mantiene a los ibicencos en la zona de descenso una jornada más.

El conjunto naranja pagó caro su mal inicio de partido. La escuadra pitiusa no tardó en verse con una desventaja de cuatro goles (3-7, min. 14), con el visitante Josep haciendo bastante daño. El HC Eivissa puso corazón y ganas para recortar distancias, pero, cada vez que conseguía acercarse a dos tantos, su rival volvía a golpear fuerte para recuperar su renta. La máxima ventaja del Algemesí llegó a ser de cinco goles (9-14, min. 26), la cual casi mantuvieron hasta el término de un primer periodo que Vlad cerró con el 10-14.

Tocaba remar a contracorriente. Y eso, en un equipo tocado mentalmente por los reveses sufridos en este arranque liguero, podía pesar mucho. Así fue. La segunda parte no comenzó de la mejor manera. Lejos de acortar distancias, los visitantes pusieron más tierra de por medio, por si no había ya suficiente. La máxima ventaja llegó a ser pronto de seis dianas (12-18, min. 37) con un gol de Josep, autor de ocho en la tarde de ayer. Incluso crecí hasta siete a falta de menos de un cuarto de hora para el final del encuentro (13-20, min. 46).

El HC Eivissa empezaba a necesitar poco más que un milagro, pero, pese a ello, no arrojó la toalla ni dejó de creer. Se acercó hasta un inquietante 19-22 con más de cinco minutos por delante. La grada, abarrotada como siempre, empujaba como nunca con el fin de colaborar con la gesta. Sin embargo, el Algemesí despertó de su letargo y apartó de la remontada al equipo naranja en un santiamén al volverse a escapar por una diferencia totalmente inalcanzable de seis goles (20-26, min. 56).

Al final, Marc Torres, máximo realizador por parte local con siete dianas, se encargó de cerrar el encuentro con el definitivo 23-28, un resultado que, una vez más, hizo salir a los jugadores ibicencos con la cabeza baja del pabellón Es Pratet.