Francisco Eduardo Inza, anoche a su llegada a Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Francisco Eduardo Inza (Málaga, 01-12-1974) será presentado hoy como nuevo entrenador del Harinus Peña Deportiva de fútbol sala. El andaluz llega procedente del Coineña, al que deja sexto en el grupo andaluz de Segunda B tras la disputa de ocho jornadas. Inza tiene un amplio currículum como jugador. Pasó por clubes de División de Honor y Plata como el Jerez, el Jaén Paraíso Interior, El Pozo Murcia, el Pontevedra, el Albacete y el Grupo Pinar de Córdoba.

—¿Por qué se ha decantado por el Harinus Peña Deportiva?
—Es un club que lleva tiempo detrás de mí. Hace año y medio ya salió la opción y estaba apalabrada. En marzo volvió a ponerse en contacto conmigo y yo estaba encantado si llegábamos a un acuerdo, pero no pudo ser por el tema de la vivienda. Ahora se ha solucionado y la verdad es que no me lo pensé. Hablé con mi actual club, al que le dije que me quería ir, y convencí a mi mujer.

—¿Qué tal la experiencia en Perú?
—Fue una oportunidad única, siete meses en los que entrené al primer equipo, al femenino y al sub 20. Disputamos la clasificación para el Mundial y el Sudamericano. Fue una experiencia enriquecedora y a nivel de currículum me viene fenomenal. Para un entrenador es importante estas experiencias.

—Usted estaba esta campaña entrenado al Coineña, que, además, se encuentra bien clasificado.
—Este fin de semana perdimos pero estamos sextos. La idea allí era salvar al equipo y quedar en zona media-alta. Los resultados han acompañado.

—¿Qué le empuja a dejar un equipo bien posicionado por otro que está en zona de descenso?
—Lógicamente, al estar cerca de casa, los ingresos económicos son pocos. Ya había dado mi palabra en su día a Estefan y moralmente necesitaba ir a Ibiza porque ya hace dos años le dejé tirado. Moralmente y económicamente necesito el cambio. También tengo ganas de una aventura nueva e Ibiza tiene todos los ingredientes para todo esto.

—¿Es difícil hacer carrera de entrenador en el mundo del fútbol sala?
—Es muy difícil. Ya lo es en el fútbol, imagina en el fútbol sala, que los recursos son muy bajos. Es muy complicado. En Málaga no me llegaba para vivir y tuve que buscarme escuelas de niños y mil cosas más para llegar a fin de mes. Espero que en esta nueva etapa en Ibiza, por lo menos, pueda vivir tranquilo y hacer lo que me gusta, que es entrenar. A ver cómo sale.

—Como jugador, desde luego, sí que guarda mejores recuerdos, ¿verdad?
—Sí. He sido profesional durante 16 años, internacional y he tenido la suerte de estar en buenos equipos con buenos compañeros. Toda la experiencia como jugador me ha servido para usarla como entrenador y transmitirla desde el banquillo. Cuando un jugador siente una cosa, sé lo que es. Cuando está nervioso, sé por qué es. Creo que la experiencia como jugador es importante para entrenar.

—¿Qué le han transmitido sobre la situación actual del club?
—Por lo que me dicen, la cosa no pinta bien. Esperamos poder estar un poco más arriba. Ahora mismo se ha tocado fondo. El objetivo es mantener la categoría. En el momento que estamos y con el equipo formado hay que intentar salvarla y, luego, ya habrá tiempo para un proyecto más serio para aspirar a la parte alta. Ahora, hay que salvarse implantando un sistema y un método de trabajo.

—La pasada jornada, la Peña perdió 2-8. Debe ser consciente de que la empresa es complicada.
—Sí, me han puesto al día y me han mandado informes. Ahora toca levantar un poco el ánimo y tirar de psicología porque no hay mal equipo. Me comentan que puede estar más arriba. Se encuentra en una dinámica negativa y hay que revertirla en positiva con trabajo.