El rey del gol

El pequeño Buda, que antes de recalar en España había defendido la camiseta del Santacruz Recife, el Sport de Recife y el Votorantim en Brasil, llegó a tierras pitiusas en verano de 2003 procedente del Alfa 5, de División de Plata. Anteriormente, había pasado por las filas del Barça, con el que ascendió y jugó en la máxima categoría nacional, y el Gavà. Clayton fue el fichaje estrella de un Gasifred que se encontraba en Primera Nacional A, actual Segunda División B.

El suramericano, que estuvo trabajando como miembro del equipo de controladores de la zona azul en Vila al mismo tiempo que jugaba, dio el salto de categoría con los ibicencos en su segunda campaña y, tras unos años con el Gasi en plan ascensor, bajando y subiendo, consiguió la clasificación para el play off de ascenso a División de Honor, donde los azulinos hincaron la rodilla contra el Burela en 2011. Una posterior temporada para olvidar bajo el mando de Hugo Nava supuso el descenso de un club que decidió jugar en Tercera el ejercicio 2012-13.

Un año más tarde llegó la hora de decir adiós. No fue precisamente la despedida perfecta. Ni tuvo lugar en el pabellón de sa Blanca Dona, donde ofreció sus mejores momentos, ni ante una grada abarrotada. Ni tan siquiera un centenar de espectadores había en el pabellón Es Pratet, donde el derbi pitiuso de Tercera contra el Racing Formentera del 3 de mayo de 2014 supuso su último partido.

Por si no fuera bastante, los de la pitiusa menor se plantaron con lo justo y la lesión de uno de sus jugadores obligó al árbitro a suspender el encuentro con 3-1 en el electrónico. El choque siguió, ya sin nada en juego, con varios juveniles en las filas visitantes. La ocasión lo merecía. Tras el bocinazo final, Clayton fue levantado a hombros por sus compañeros en un momento que quedará para el recuerdo, como sus 279 goles en 336 partidos oficiales con el Gasifred.

El exjugador sólo tiene buenas palabras para el Gasifred: «Ha sido todo para mí y mi familia, un equipo muy especial y el mejor en el que jugué». Clay, que llegó a marcar seis goles en un mismo partido contra el Escola Pía en las filas ibicencas y un máximo de nueve cuando defendía al Alfa 5, es historia viva del Gasifred. Juan Ruiz, gerente y presidente en funciones del club, lo tiene claro: «Ha sido nuestro jugador más completo y determinante. También tendría que destacar a Luisjo, que estuvo menos y fue el máximo goleador nacional una campaña, pero el culpable directo de ese pichichi fue Clayton, que metía unos pases bestiales sin mirar al estilo Laudrup».

EL DESCUBRIMIENTO

Ruiz ‘descubrió’ al brasileño en un partido en casa del Alfa 5 que nunca olvidará: « Le vi jugando en Primera A después de haber venido a España y pasar por el Barça. Estaba fuera de tono, pero aun así nos volvió locos. Pelota que enganchaba, pelota que metía donde quería. Nos amargó la tarde. Entonces, inicié una conversación con él para ficharle, pero me dijo que estaba complicado porque tenía tres años firmados y con un contrato profesional, que por entonces era raro. Hablé con la hija del presidente, que era abogada, y me dejó claro que querían lo mejor para él, muy querido allí. Empezamos a mover el tema y, finalmente, se desbloqueó todo». Ahí comenzó el inicio de un matrimonio feliz entre el Gasifred y Clayton, el rey del gol y un mito ya del fútbol sala pitiuso.

LA FICHA

DNI. Clayton de Lima Silva nació en Recife, Brasil, el 29 de septiembre de 1977 y jugó a fútbol sala hasta 2014.

TRAYECTORIA. Jugó en el Santa Cruz Recife (1989-93 y 1995-97), el Sport de Recife (1993-94), el Votorantim (1994-95), el Alfa 5 Barcelona (1997-98 y 2001-03), el Gavá (1998-99), el Barça (1999-01) y el Gasifred Atlético (2003-14).

PERFIL. Se trataba de un pívot de pequeña estatura con una gran capacidad de definición y una amplia visión de juego que le permitía dar pases casi imposibles. Estuvo 11 años en el Gasifred, con el que marcó 279 goles en 336 partidos oficiales, lo que le convierte en el máximo realizador de la historia del club azulino.