Apunten el nombre: Álex de Miñaur. Es un tenista australiano de ascendencia española que dejó huella en Ibiza en septiembre de 2011. Entonces, se proclamó campeón alevín del Master Nike Júnior, celebrado en el Ibiza Club de Campo. Ahora, participará por primera vez en un Grand Slam, en concreto en el Open de Australia y ante el calor de los suyos.

El joven tenista de 17 años obtuvo una wild card para disputar el cuadro final. Su potencial es brutal. De hecho, viene de meterse en el cuadro final de Brisbane tras superar en la fase previa al kazajo Mikhail Kukushkin, primer cabeza de serie, y a la emergente estrella estadounidense Frances Tiafoe. Tal y como informa el portal tennis.com.au, su crecimiento en 2016 ha sido espectacular. Ascendió desde el puesto número 1.574 del mundo al 348.

Un artículo publicado por El Español indica que Álex, de madre española y padre paraguayo, nació en Sídney y con cinco años se instaló en Alicante. Su madre pidió una ayuda económica, pero la federación hizo caso omiso, por lo que tuvieron que regresar a Australia, país que volvieron a abandonar hace algo más de un año para regresar a España. «Durante ese tiempo, me encontré muy cómodo con la Federación Australiana, que me costeó todos los gastos para poder jugar a tenis, algo que no había pasado en España», declaró el jugador a El Español.

En Ibiza, Álex de Miñaur se proclamó campeón del Master Nike Júnior en categoría alevín tras deshacerse del gerundense Marc Roura por 6-4, 3-6 y 4-6 el 25 de septiembre de 2011. Aquella final fue la más vistosa de las cuatro que se celebraron en el Ibiza Club de Campo. De Miñaur se mostró entonces como un jugador muy agresivo que arriesgaba en cada golpe. Se lució con golpes inimaginables, especialmente de dejada, para acabar adjudicándose el título.

Tras caer en el primer set, el aussie iba perdiendo por 2-0 en la segunda manga, pero se marcó una gran remontada para ganar. Al término del choque, declaró: «Mi entrenador me dijo si iba a tirar el partido cuando iba perdiendo, pero yo no tiro ningún partido. Siempre lo doy todo». No le faltaba razón. Lo da todo y eso es lo que le permite ser, a día de hoy, una de las mayores promesas del panorama internacional.