PENYA CIUTADELLA: 2

CIUDAD DE IBIZA: 0

El Ciudad de Ibiza fue el mejor regalo de Reyes para el Penya Ciutadella. El equipo ibicenco cayó ayer por 2-0 contra el colista, que logró la victoria dieciséis jornadas después de la anterior. En un partido marcado por el fuerte viento, superó al City y se coloca a cinco puntos de la salvación.

El fuerte viento ya daba a entender que sería muy complicado jugar a fútbol. El equipo menorquín lo tuvo en contra en la primera mitad, por lo que la iniciativa en el juego la llevó el conjunto pitiuso. En apenas quince minutos, éste ya había lanzado sobre el marco local hasta en siete ocasiones, aunque ninguna entre los tres palos.

El Penya pisó el área rival en el primer minuto en una jugada de Llonga y no lo volvió a hacer hasta la jugada del gol.

Se lanzó un saque de falta con balón a la olla que acabó en saque de esquina y, tras él, Dani, en el área chica, cabeceó a la red. Fantástico. Primera llegada, primer gol.

No cambió el guión y el Ciudad de Ibiza seguía manejando mejor el esférico, jugando en terreno local. Se fue acercando y Jandro empezó a tener trabajo. En el 22, detuvo en dos tiempos una balón por alto mandado por Brian.

En el 33, rechazó con el pie un disparo de Gallego y, en el 38, puso una mano que con la posterior ayuda del palo evitó el empate tras un saque de esquina muy cerrado. No terminó ahí su gran actuación, ya que, en el 41, otra buena intervención evitó el gol visitante. Los locales pasaron apuros, pero llegaron al descanso con ventaja en el marcador.

Tras los vestuarios, con la ventaja en el marcador y con el viento a favor, el panorama era de optimismo para los menorquines. De todas formas, al Penya le faltó más control y algo de calma para afrontar los contragolpes. A la mínima que podía lanzaba de lejos, pero sin acierto.

El Ciudad de Ibiza no mostraba tanto peligro y los minutos iban pasando con la ventaja mínima. Los últimos instantes fueron algo más ajetreados. En el minuto 80, Barber vio cómo su chut lo repelía el palo. En el 84, el Ciudad de Ibiza realizó su mejor jugada de la segunda mitad, pero ahí estuvo de nuevo Jandro para evitar el empate. Un minuto después llegó la sentencia en una contra. Llonga asistió a la perfección a Carlos, que, tras un gran control orientado en carrera, definió ante la meta del portero. No había tiempo para más. La tensión, el agobio, la frustración y la ansiedad del Penya Ciutadella en las jornadas anteriores se liberaron ante un Ciudad de Ibiza que dio un pasito atrás en sus remotas aspiraciones por engancharse a la zona alta.