El Ushuaïa Ibiza Voley disputará el play off por el título de Superliga masculina. El equipo ibicenco superó ayer al Mediterráneo, penúltimo clasificado, por 3-0 y se aseguró así un sitio entre los cuatro primeros de la clasificación al final de la fase regular, lo que le permitirá pelear por el campeonato.

El encuentro comenzó bajo el guión previsto, con el conjunto de Marcelo de Stefano mostrándose superior. Un 4-1 de inicio hacía temer lo peor para los castellonenses, que afrontaban el partido virtualmente descendidos ante el tercer clasificado. Con todo, no arrojaron la toalla hasta el punto de igualar la manga (6-6). Los amarillos se pusieron el mono de trabajo y, poco a poco, se escaparon hasta conseguir una máxima ventaja de cuatro puntos (18-14) con un saque directo de Ignacio. Todo cambió ahí. Un parcial 0-5 puso a los visitantes por primera vez al mando en el marcador. Los ibicencos se vieron obligados a sudar la camiseta y a mejorar su rendimiento para no llevarse un susto. Afortunadamente para ellos, los aciertos superaron los errores y se hicieron con el juego por 25-22.

El Mediterráneo no estaba dispuesto a regalar nada. Por mucho que la tabla indique una diferencia brutal entre ambas escuadras, a base de tesón y sacrificio niveló las fuerzas. Se puso por delante (1-2, 2-3 y 4-6) en la segunda manga, en la que se mantuvo la igualdad durante el tanteo inicial. El Ushuaïa Ibiza Voley le vio las orejas al lobo y, tras el 11-10, metió una marcha más a su juego para escaparse por 16-10. Eso hizo al técnico del Mediterráneo pedir tiempo muerto, pero la sangría fue en aumento. El cuadro local incrementó paulatinamente su renta hasta ganar por un contundente 25-15 que sí acreditaba la diferencia real entre uno y otro conjunto.

El tercer set parecía que iba a ser coser y cantar. Con el equipo pitiuso en clara ventaja y un 10-4 de inicio, todo hacía indicar que la victoria estaba ya en el bolsillo. Sin embargo, un nuevo arrebato de los castellonenses puso contra las cuerdas al cuadro de Marcelo de Stefano, que vio cómo su ventaja se esfumaba como el humo de un cigarro (13-13).
La igualdad fue la tónica dominante a partir de ese instante, con continuos intercambio de golpes... hasta que el Ushuaïa dio dos seguidos (20-18). El Mediterráneo paró el partido, pero sin suerte. El equipo amarillo ya no sólo no se dejó alcanzar, sino que puso más tierra de por medio para acabar imponiéndose por 25-21 con un punto final de Salerno.