El San Rafael se reenganchó ayer al tren de cabeza. El equipo blue se impuso por 0-2 al Penya Ciutadella y aprovechó el tropiezo de la Peña Deportiva para colocarse a seis puntos de ella, que marcha tercera a expensas de lo que haga hoy el Alcúdia, cuarto con cinco puntos de renta sobre los rafelers.

El encuentro amaneció con unos primeros 45 minutos en los que el Penya no encontró la manera de contrarrestar al rival y se encontró incómodo en Son Marçal. Hubo un primer cuarto de hora de tanteo en el que se contabilizó un primer aviso de Juanfran y un posible penalti no señalado sobre Eric en el área antes de que fuera sustituido por lesión. Dani Marquès, al que Vadell colocó en el lateral izquierdo para adelantar a Fabri, le suplió.

Tras este primer cambio táctico local llegó el 0-1 visitante. Juanfran no perdonó tras recibir un pase de la muerte después que Iñigo le robara el esférico a Raül. Mal se ponían las cosas para los menorquines, en marcador y en sensaciones, en Ciutadella, y bien para el San Rafael. De hecho, un minuto después, el meta local Jandro salvó el 0-2 en pies de Arbeloa. Lo pasaba mal el Penya en estos minutos y los visitantes iban adueñándose del terreno de juego. Así las cosas, de nuevo Jandro paraba el segundo tanto rafeler con una gran parada a Iñigo.

El primer uy del público local no llegó prácticamente hasta el minuto 40, cuando el efecto óptico pasó una mala jugada a la grada después que una falta directa lanzada por Xavi Marquès rozara el palo izquierdo visitante. Y del posible 1-1 se pasó al jarro de agua fría, con el 0-2, tras otro pase de la muerte al segundo palo que Iñigo introdujo en la red del cuadro azulado. Gol psicológico y ante un equipo de mucho oficio.

Mucho debían cambiar las cosas sobre el escenario para ver una remontada del Penya. Y los de Vadell en estos primeros compases salieron a por el San Rafael con más corazón que cabeza. Los blue estaban muy bien asentados sobre el césped. El encuentro ganó en tensión y nervios, con un Penya volcado en la portería de Hortal, aunque sin definición. En el 59, Llonga, de volea, probó fortuna. Luego fue el cuadro de Vicente Román el que pasó a dominar el juego en busca del tercero.

Con Raül adelantado, Manu salvó el 1-2 bajo palos a cabezazo de Medina. Posteriormente, Llonga, primero, y el propio Raül, después, pusieron a prueba al portero visitante, clave en esta reanudación. El Penya rozaba el tanto que le metía en partido, pero no llegaba y de nuevo Hortal interceptó un balón a Llonga en una de las últimas acometidas locales.