El piloto mallorquín Pedro Mayol, a los mandos de su potente Silver Car S2 de color azul, se proclamó ayer vencedor de la carrera de montaña en la segunda edición de la Pujada a Aigües Blanques, tras comerse el asfalto entre sa cala de Sant Vicent y Aigües Blanques, marcando el mejor crono de la prueba en un exigente recorrido que completó en un vertiginoso tiempo de 3’23’’9.

El segundo mejor registro en la categoría de montaña se lo apuntó el ibicenco Marcelo Torres con su Demon Car, que consiguió detener el cronómetro en la meta en un nada desdeñable tiempo de 4’26’’9. La tercera plaza del podio en la disciplina de montaña se la agenció otro de los pilotos locales en carrera. Vicente Bufí, con un espectacular Silver Car de color blanco, apretó el acelerador de su bólido para cerrar su concurso en la prueba con una ajustadísima marca de 4’34’’8.

Por su parte, el también ibicenco José Joaquín Fernández se alzó con el máximo triunfo en la Pujada a Aigües Blanques en la carrera de la modalidad de tramo cronometrado. JJ, con Laura Honorato de copiloto, hizo rugir el motor de su Mitsubishi Lan para devorar el trazado sobre las empinadas rampas de camino hacia la meta y concluir su participación en la prueba con un magnífico registro de 4’34’’5. La segunda posición fue para la dupla formada por José Carlos Escandell y José Roig, que pilotaron con maestría su Citroen C2R2 para finalizar el recorrido en 4’47’’4.

El tercer peldaño del podio en la modalidad de tramo cronometrado fue para el dúo integrado por Jorge Berruezo y Jorge Monserrat, que, con su BMW E30, concluyó su participación en un tiempo de 4’50’’6.

La Pujada a Aigües Blanques, puntuable para vehículos del campeonato balear, logró disparar la adrenalina de todos los presentes con una vibrante competición que ofreció emoción a raudales para los numerosos aficionados al motor que acudieron a disfrutar de las espectaculares maniobras de los pilotos.

Demetrio Lladó, director de la carrera, se mostró muy satisfecho con el desarrollo de la prueba y destacó que están «muy contentos». «A excepción de algunos pequeños accidentes que hemos tenido al inicio de la primera manga, todo nos ha ido rodado después y hemos conseguido que todos los pilotos hicieran todas las pasadas. En general, la jornada ha estado de diez», dijo.