Los equipos grandes fallan poco y, además, no lo suelen hacer cuando se juegan algo importante. Por eso el Formentera es el más grande del grupo XI de Tercera División. Su primera posición, lógicamente, no es fruto de la casualidad. Mientras unos se dejan puntos inesperados o son incapaces de ganar cuando hay que dar un golpe sobre la mesa, el conjunto rojinegro no perdona.

Esto se ha podido comprobar el pasado fin de semana. La Peña Deportiva no pasó del empate contra el Llosetense (1-1) y el Poblense se estrelló en casa contra el Constància (2-3), una derrota que no pasaba por la mente de nadie. Sin embargo, el Formentera sí que hizo los deberes a sabiendas de que una victoria le allanaría el camino hacia el título, dado que dos de los tres siguientes compromisos ligueros los juega en el Campo Municipal de Sant Francesc, un seguro de vida para los formenterenses.

Es verdad que los pupilos de Tito García Sanjuán jugaban contra el colista, el Campos, pero también lo es que otras escuadras punteras se han dejado puntos contra equipos de la zona baja esta campaña. El Formentera no tuvo piedad y venció por 0-5 para empezar perfumarse con aroma de campeón.