El consumado descenso de categoría del Mallorca desde la división de plata a la Segunda División B podría abrirle, de par en par, a la Peña Deportiva las puertas de un posible ascenso a dicha categoría, al sumarse a este descenso del club bermellón el inevitable y obligado paso del Mallorca B hacia la Tercera División, al objeto de poder dejarle su plaza al primer equipo.

Así las cosas, son muchas las interrogantes que aún han de contestarse y muchas más aún las incógnitas que habrán de despejarse hasta saber el nombre del club que definitivamente pasará a ocupar el hueco vacante que deja el filial mallorquinista.

De momento, dicha posibilidad está todavía en el aire, en espera de que la Federación aclare el criterio que impondrá para determinar el equipo del grupo balear de Tercera División que ascenderá, que según establece la normativa, y ateniéndonos a los casos similares que se han dado con anterioridad, debería ser para la Peña Deportiva, aunque también podría determinarse que fuera el Poblense, al ser el conjunto que acabó como subcampeón por detrás del Formentera (ya ascendido) y contar con la mejor puntuación en la liga.

No obstante, cabe también la posibilidad de que el conjunto santaulaliense entrenado por Dani Mori consiguiese ese ansiado ascenso por méritos propios y deportivos sobre el campo, ya que se encuentra actualmente inmerso en la segunda fase de la lucha de las eliminatorias del play off por subir de categoría.

En caso de que los peñistas lograsen eliminar al Atlético Malagueño y superar además la siguiente y definitiva eliminatoria, podría darse la opción de que el Poblense fuese el equipo que ascendiese administrativamente en su lugar.

De cualquier forma, en caso de litigio o choque de intereses, tendrá que ser un juez el que dictamine qué club es el que merece subir a Segunda B por derecho, mientras que la RFEF podrá basar su decisión recompensando al equipo que mayores méritos deportivos haya contraído durante la recién finalizada campaña, es decir, aquel equipo que se mantuvo en la lucha hasta agotar sus opciones deportivas de lograr el ascenso. Otra de las posibilidades que se barajan sería la de salvar a alguno de los clubes que han militado esta temporada en esa categoría y que han descendido tras acabar la liga.

Este baile de aspirantes a ocupar la plaza del filial mallorquinista se produce como consecuencia del doble descenso de los bermellones, y deberá contar con una solución viable en un breve plazo de tiempo.