Enhamed Enhamed Mohamed Yahdih (Las Palmas de Gran Canaria, 11-09-1987) está considerado y reconocido mundialmente como el mejor nadador paralímpico de toda la historia. Este nadador español de origen saharaui tiene el honor de contar en su haber, nada más y nada menos, que con cuatro medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, así como otras cuatro medallas de oro y una de plata en el Campeonato del Mundo de Natación Adaptada en Eindhoven (Holanda), otras cinco medallas más en el Campeonato Europeo de Natación de Berlín (Alemania) y dos medallas de plata y una de bronce en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, estableciendo además un nuevo récord europeo en la modalidad de 400 libres.

Enhamed, ya retirado de la competición, es un todo ejemplo digno de admiración y un referente a seguir por toda la juventud debido a su constante esfuerzo y a su inagotable espíritu de superación personal, tras quedarse completamente ciego a los ocho años de edad, a consecuencia de un desprendimiento de retina, mientras jugaba con su hermano.

Enhamed, que trabaja en la actualidad como orientador deportivo, impartiendo conferencias a diferentes colectivos en las que transmite sus experiencias y sus conocimientos relacionados con la superación y la motivación personal, ofreció ayer una ponencia magistral a los alumnos del Campus Jordi Grimau, que sirvió de colofón para la clausura de dicho evento.

—Enhamed, ¿qué supone para usted haber tenido la oportunidad de visitar Ibiza y ser el encargado de cerrar este campus con una conferencia destinada a todos estos jóvenes alumnos?
—Independientemente del deporte que sea, creo que esta charla con los chicos es una buena manera de enseñarles que el deporte puede suponer una mejora sustancial para nuestras vidas, más allá de lo que es la propia competición. Lo que pretendo transmitirles a los chicos es a que aprendan a llevar el espíritu del deporte a su vida, que es lo que a mí me ha ayudado a llegar hasta donde lo he hecho.

—¿Cómo resumiría su propia experiencia?
—Quedarme ciego siendo un niño de tan sólo ocho años es una circunstancia que a mucha gente acabaría hundiéndole. Según los cánones de la sociedad, si eres ciego te puedes quedar ya sentado en un silla toda tu vida sin tener mucho más que hacer. Yo me rebelé contra eso y decidí hacer lo contrario porque notaba dentro de mí que quería seguir sintiéndome vivo y que tenía aún muchas cosas por hacer en esta vida. Gracias al deporte aprendí a superarme y a luchar en contra de lo que me vendieron que debía ser mi vida, simplemente por ser un niño ciego. Entrenar es hacer las mismas cosas todos los días una y otra vez hasta que te salen solas y con total naturalidad. Ésa es la clave para poder superarte en esta vida.

—Gracias a su tesón y a su constante espíritu de superación personal ha logrado ser hoy día todo un ejemplo a seguir y un hermoso espejo en el que muchos de nosotros deberíamos mirarnos.
—Bueno, pienso que cuando tienes alguna referencia es mucho más fácil conseguir las cosas. Mi filosofía de vida ha sido luchar contra las adversidades y tirar siempre hacia adelante. En cualquier lugar habrá alguien que te diga que no puedes, pero lo cierto es que eso no es verdad. Si algo te motiva, te esfuerzas y confías en ti, en esta vida todo es posible.