Hace apenas dos semanas, Vicente Sancho vivió uno de los sueños de todo jugador de balonmano: disputar el IHF Super Globe, considerado el Mundial de clubes. El ibicenco disfrutó de muchísimos minutos en la competición con la camiseta del Sydney University de Australia, país al que se mudó «para mejorar el inglés» tras haber completado sus estudios universitarios. «Estoy contentísimo por haberla jugado», afirmó.

El jugador pitiuso, formado en el HC Eivissa, disfrutó de 108 minutos (36 de promedio) en tres partidos y marcó un total de tres goles en diez lanzamientos a portería. Desafortunadamente, no pudo saborear ninguna victoria, pues los suyos cayeron contra el Al Sadd catarí (33-25), el Pinheiros brasileño (32-26) y el Naft & Gaz Gachsara iraní (27-24).

La experiencia, tal y como él dijo, fue «una pasada». «El hecho de poder compartir hotel con grandes equipos como el Barcelona o el Vardar te hace sentir un poco profesional durante casi una semana. Poder vivir este ambiente de balonmano ha sido increíble», explicó.

Tras esta gran aventura, Vicente Sancho regresó al país australiano, donde «se vive muy bien». «Siempre hace buen tiempo y hay diferentes cosas que hacer cada día. La gente es muy amable y puedes encontrar lugares espectaculares. Lo malo, quizás, es que es un país gigante y las distancias suelen ser muy grandes, pero, por lo demás, estoy encantado», dijo. Eso sí, extraña Ibiza: «Claro que echo de menos la isla, sobre todo por la familia y los amigos, pero ahora toca vivir esta experiencia. A la isla siempre se puede volver».

Sobre el nivel del balonmano australiano, el jugador del Sydney apuntó: «No es muy alto, en general, al ser un deporte muy poco conocido aquí. No hay una liga profesional, sino, más bien, ligas amateur distribuidas por estados debido a la extensión del país y los pocos recursos para juntarlos en una sola competición».

En cuanto a su futuro, Vicente Sancho indicó que «pasa por encontrar un trabajo relacionado con la ingeniería naval y ganar experiencia». «De todas formas, no soy una persona que mire mucho a largo plazo», agregó el ibicenco, que, por otra parte, guarda un gran recuerdo de su etapa en el HC Eivissa: «Recuerdo miles de buenos momentos: las concentraciones, los Campeonatos de Balears, cada cena de los viernes donde todo eran risas... Siempre que vuelvo a la isla intento pasarme por es Pratet para entrenar con ellos o visitarles, pues considero que es mi casa, ya que he pasado muchos años en ese pabellón».

Sólo el tiempo dirá si el ibicenco volverá a enfundarse la elástica del equipo naranja. Mientras tanto, aprovecha su estancia en Australia y no descarta dejarse ver nuevamente en el IHF Super Globe: «A ver si puedo jugarla otros años más». La próxima temporada se sabrá.