Mateo Sanz está de moda. El formenterense se colgó ayer la medalla de plata en el Campeonato del Mundo, que se ha venido celebrando desde el lunes hasta ayer en Enoshima, Japón, y completa así un 2017 para enmarcar. Es cierto que al hispanosuizo se le quedó un sabor agridulce, pues tenía una oportunidad de oro para proclamarse campeón. Para ello, sólo tenía que quedar por delante de Bing Ye en la última jornada, la Medal Race, prueba final reservada a los diez primeros de la general. Sin embargo, el chino le ganó la partida y se subió al primer peldaño del podio.

El hispanosuizo finalizó la competición mundialista con un total de 53 puntos, a dos del campeón. La tercera plaza ha sido para el también chino Mengfan Gao, con 68 puntos. Los formenterenses Sergi Escandell y Joan Carles Cardona terminaron en los puestos decimoctavo y cuadragésimo primero, respectivamente.

Mateo Sanz se siente «muy contento por la plata conseguida, porque es el resultado de toda una semana». «No ha sido fácil por las condiciones que hemos tenido a nivel táctico. Había que pensar mucho y también ha sido bastante físico», agregó. Eso sí, el del club s’Arenal lamentó que «la verdad es que en la Medal Race se podía decir que virtualmente era campeón del mundo durante una vuelta». «Lo tenía hecho, pero en la última ceñida he jugado muy mal mis cartas y no he controlado al chino, que ya estaba detrás de mí. Me he ido hacia un extremo y con viento rolón se paga caro. Al final, él ha ido hacia el otro lado y le ha ido mejor. Una lástima, pero contento con el resultado global», explicó.

El de la pitiusa sur destacó que «a diferencia de todas las pruebas, hoy –ayer para el lector– sí hemos tenido viento, entre 15 y 20 nudos, pero no ha sido estable, una regla general aquí». «Fue otra vez bastante complicado, con roles grandes, de 25 a 40 grados y muy racheado, agregó el windsurfista, para quien «había que pensar bastante, pero no hacía falta en mi caso porque sólo con ganar al chino bastante y no le he controlado».

Sobre el resultado, Mateo Sanz se mostró sorprendido: «No esperaba esto antes del campeonato. Mi objetivo era entrar en el top 10 e intentar igualar los resultados de los años anteriores», dijo el representante suizo, que el año pasado fue séptimo y su mejor posición la obtuvo en Omán en 2015 con una sexta plata.

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Pese a que el Campeonato del Mundo es la última gran cita de la campaña, Mateo Sanz aún no ha cerrado el curso. Aún le queda otra prueba más este año, en concreto la World Cup de Gamagori, de nuevo en Japón, que se celebrará entre los días 15 y 22 de octubre. El formeterense va cuarto en en ranking mundial y en la última actualización, a finales de año, podría aparecer segundo o incluso primero.

Asier Fernández: «Lo más importante es que ha sido segundo en el lugar donde se harán los próximos Juegos Olímpicos»

Asier Fernández, entrenador de Mateo Sanz, destacó que «lo más importante de este resultado no es que haya quedado segundo, sino que lo ha hecho en el lugar donde se harán los Juegos Olímpicos dentro de tres años y en las mismas fechas». «Esto es una antesala de lo que puede pasar entonces. Si ves la progresión, ya sabes qué candidatos son los que van a estar delante y con esto te puedes hacer una idea de lo que puedes esperar», explicó. El técnico, que al igual que Mateo Sanz también sabe lo que es tomar parte en una cita olímpica, considera que el formenterense «va a más». «Tiene 23 años y cada año que pasa es uno más de experiencia. Además, físicamente no está todavía en su madurez», dijo Asier, para quien «él ha perdido el campeonato, no lo ha ganado el chino». «Ha sido ambicioso en vez de marcarlo. Ha querido pasar a los que tenía delante y al chino le ha sonado la flauta. No suelen pasar estas cosas, pero, a veces pasan», dijo.

LA NOTA

Una temporada repleta de grandísimos resultados

Mateo Sanz ha firmado una temporada espectacular. En febrero se colocó primero en el ranking mundial. Lo hizo gracias a la medalla de bronce que consiguió en la World Cup de Miami, su primer metal en una cita así. Además, accedió a la final en otras tres competiciones: la World Cup de Hyères (Francia), donde fue cuarto; la World Cup de Santander, en la que acabó octavo y con un segundo lugar en la Medal Race; y el Trofeo Princesa Sofía, en el que fue octavo.