Ibiza y Formentera destacan por muchas cosas, pero no precisamente por tener una amplia oferta de deporte adaptado. Así lo piensan Javier Martínez, ex jugador profesional de Baloncesto en silla de ruedas, y Vicent Costa, representante de la Federació d’Esports Adaptats de les Illes Balears (FESAIB), quienes están trabajando conjuntamente para crear un equipo de competición de baloncesto en silla de ruedas.

Se trata de un proyecto que, esperan, se haga realidad en las próximas semanas. «Tenemos que buscar a personas que quieran jugar, al principio seguro que se muestran reacios, y luego empezaríamos con amistosos para promover el deporte entre islas», cuenta Martínez que sabe que este curso «vamos tarde porque los equipos ya están inscritos». De momento, trabajan para estrechar lazos con las instituciones públicas con el fin de obtener partidas económicas que den solvencia al proyecto.

«Nosotros necesitamos instalaciones adaptadas para competir, pero también para entrenar», matiza Martínez. En esta línea, considera que no esperan recibir ayuda solamente por parte del Consell, sino que «muchas empresas de la isla, como las de renting para ayudarnos en nuestros desplazamientos, pueden estar interesadas». Y es que, el ex jugador profesional sabe de las dificultades que tiene este colectivo para desplazarse de un sitio a otro. «Se mueve el equipo y sus aparatos», dice refiriéndose a las sillas de ruedas.

Educar desde pequeños

Javier Martínez lleva ligado al baloncesto en silla de ruedas desde hace poco más de cinco años cuando, a raíz de un accidente de moto, se quedó con una cojera permanente en la pierna. «Salí un día de mi casa y, cuando volví cinco meses después, mi vida había cambiado».

«Cuando estaba en el hospital vino un amigo a verme, él está en silla de ruedas también por un accidente de tráfico, y me dijo que ya contaba conmigo para ser pívot en su equipo y así empezó todo». Ahora no compite, pero lo ha hecho y, su equipo, estuvo a punto de ascender a primera división en dos ocasiones.

Lleva desde 2012 visitando la isla, siempre de forma intermitente, menos en esta ocasión que, parece, ha venido para quedarse. Motivo por el que quiere promover su experiencia con el fin de sensibilizar a la gente sobre la importancia de tener cuidado en la carretera. Su objetivo es fomentar la educación vial en los colegios a través de charlas porque «en Ibiza hace falta y si lo hacemos desde que son pequeños, se quedarán mejor con el mensaje.

Aquí hay muchos accidentes y atropellos y, en muchos casos, se pueden evitar», señala. En este sentido Martínez considera que poder contar experiencias personales, como la suya, también puede ayudar a todos aquellos que sufren algún tipo de discapacidad «que no salen de casa por vergüenza y pueden ver a gente que está en su misma situación. Somos unos privilegiados y muchas veces no nos damos cuenta de ello».

El ejemplo de que el proyecto es viable está en Mallorca donde, desde hace poco más de un año, los amantes de este deporte cuentan con una escuela especializada. «Nosotros iremos poco a poco y si con el baloncesto no funciona, probaremos con otros deportes», especifica Martínez. Tanto él como Costa están convencidos de que la práctica deportiva por parte de las personas con discapacidad es una de las principales vías para su integración social. «Estas personas desgraciadamente tienen mucho tiempo libre y la tasa de paro es muy elevada. Hacer deporte con gente que sufre las mismas lesiones que ellos les ayuda física y psicológicamente», señalan desde FESAIB.

EL APUNTE

Reglas de juego en la modalidad adaptada

Los impulsores de esta nueva iniciativa para Ibiza y Formentera, consideran que el ejercicio físico es vital no sólo para mantenerse en forma, sino también para conocer gente y estrechar vínculos.

En el caso del baloncesto en silla de ruedas, los interesados tienen que tener una discapacidad superior al 33% o, en caso de haber sido deportista de otra modalidad y ya no poder practicarla por lesión, presentar un certificado médico que acredite que esa persona ya no puede jugar a su deporte.

El deporte en sí, a nivel de liga, tiene unas reglas similares a las de la modalidad de a pie: la cancha tiene las mismas medidas, las canastas están a igual altura y el sistema de puntuación es el mismo, la diferencia está en que los jugadores deben botar o pasar la pelota después de empujar la silla dos veces. Con 12 jugadores en cada equipo, sólo cinco pueden estar en pista. A cada deportista se le asigna una puntuación entre el 1.0 y el 4.5, según su habilidad funcional. Durante el juego, la suma de los puntos de los cinco jugadores en pista no puede exceder de 12 «así los que son más ágiles, como yo, que sólo sufro cojera, no podemos abusar de los que lo son un poco menos», señaló Martínez.