La Unión Deportiva Ibiza le está cogiendo el gusto a las goleadas. El equipo unionista endosó ayer una manita al Manacor (5-0). De las cuatro últimas victorias, todas ellas consecutivas, tres las logró de manera más que cómoda. Primero, apabulló al Son Cladera (8-0); después, al Santa Catalina (0-3); y ayer, a los manacoríes. Mejor, imposible.

Tras lo visto en el primer tiempo, pocos podían imaginarse que el encuentro se fuera a resolver con un triunfo tan holgado para los de Toni Amor. Los manacoríes se posicionaron muy bien sobre el terreno de juego a nivel defensivo, con una línea de cuatro atrás que llegaba a ser de seis a la hora de frenar las acometidas rivales. Castedo y Javi López se convertían en laterales al retrasar su posición cuando atacaba el Ibiza, que las pasó canutas para encontrar espacios.

Las ocasiones de los locales en el primer acto fueron contadas. Cirio, con un disparo que repelió abajo el portero, y Cascón, con un chut fuera, probaron suerte sin éxito. Curiosamente, la oportunidad más clara fue para los visitantes, en un mano a mano de Castedo. Solo ante Manolo, lanzó una vaselina que se marchó por encima del larguero al filo del descanso.

Tras el asueto, fue entrar el primero y acabarse la historia. Terán habilitó a Cascón, que con el cuerpo le ganó la partida a su rival, realizó un perfecto control orientado y batió al meta con un disparo raso en el minuto 56. El partido cambió entonces por completo. El Manacor se veía obligado a estirar líneas y el cuadro ibicenco, con espacios y sin los nervios del cerocerismo, pasó como una apisonadora por encima de su adversario._

La sociedad formada por Terán y Cirio rompió el partido en un visto y no visto. El sevillano hizo el segundo con un remate en plancha a pase del barcelonés. Poco después, se intercambiaron los papeles y un gran pase en largo del andaluz lo aprovechó el catalán para sentenciar en el 68.

El Ibiza no quitó el pie del acelerador y, en la recta final, vio puerta por partida doble. Una combinación entre Cirio, Ramos y Terán la culminó éste con un zapatazo a la red en el minuto 81. Cuatro después, Cirio también firmó su doblete particular al aprovechar, libre de marca, un servicio en bandeja de Cruz al segundo palo, certificando así la goleada del cuadro pitiuso. Otra más.