Una acción del partido de ayer entre la Peña Deportiva y el Bellvitge en el Campo Municipal de Santa Eulària. | Marcelo Sastre

Y la Peña ganó. Nada más fuera del surrealismo, el conjunto santaeulariense logró ayer sus primeros tres puntos de la liga con un tanto de Pau sobre la bocina, en el minuto 92, contra el Bellvitge, dos posiciones por encima de la Peña.

Ver para creer. Han tenido que pasar nueve jornadas para que la alegría llegue al Municipal de Santa Eulària. Los de Raúl Casañ, aun así, siguen en el farolillo rojo de la tabla con estos primeros tres puntos. De nada les vale esta victoria si en los próximos partidos vuelven a caer. Aviso para navegantes.

Dos rivales por la salvación se midieron en el ring. Eso sí, una hora por encima de la prevista (16.00 horas) debido al retraso del vuelo en el que viajaba el conjunto catalán.

En los primeros minutos, ambos equipos optaron por plasmar su igualdad y ver sus propuestas sobre el tapete. Adri Montalbán erró un remate de cabeza dentro del área que se marchó fuera en la que fue la primera ocasión del partido. El mismo jugador volvió a cosechar una ocasión en el minuto 20, pero su disparo rozó el larguero. Un minuto más tarde, Pi falló un disparo en el interior del área en el que fue el primer acercamiento del Bellvitge, que apenas tocaba la puerta. Las ocasiones llegaban a cuentagotas. El fútbol se echaba de menos. Las propuestas no daban efecto.

Tuvieron que pasar 20 minutos para ver otro disparo entre los tres palos. El Bellvitge tuvo dos ocasiones de peligro en los últimos instantes de la primera mitad. Primero, Porqueras, que serpenteó dentro del área, pero no calibró bien su disparo. Dos minutos más tarde, Pérez casi engancha un balón con todo de cara. Así se llegó al descanso.

La segunda mitad fue triste, gris y sin fútbol. Jay fue el protagonista con una doble ocasión dentro del área; la más clara, en el minuto 80, en la que su remate, en el punto de penalti, chocó contra la defensa rival y se marchó al exterior de la portería. Después todo fue alegría. Pau dijo basta. El peñista colocó el balón a la escuadra tras un perfecto disparo desde la media luna en el minuto 92, a uno del final.