Las mejores pelis son las que tienen un guion imprevisible con un héroe inesperado, un actor de reparto que, de golpe, pega un ‘zasca’ sobre la mesa y hace que toda la trama se transforme cambiando nuestras expectativas.
Si trasladamos esto a lo vivido ayer en el municipal de Sant Francesc, Fernando Liñán es, sin duda, el protagonista de una historia que para nada se preveía así.

Eran muchos los que sospechaban una especie de ‘dia de la Marmota’ en que el pez grande se volvía a zampar la pescadilla sin apenas resistencia. Quizá por esa pseudo certeza de cierto desencanto, más de uno decidió quedarse en casa y verlas venir, pero jugadores y cuerpo técnico del Formentera demostraron anteayer que habían aprendido alguna cosa del Sevilla y que, en esta ocasión, se lo pondrían difícil a los Leones del Nuevo San Mamés.

Ayer tocaba sesión de spa para toda la plantilla y cita con los medios para Fernando Liñán. El granadino de carácter templado que abrió el marcador a eso del minuto 60.

Señor Liñán, ¿qué se siente en ese momento?
—Bufff, se siente una satisfacción muy grande. El trabajo se ve reflejado en el campo y, la verdad, es que es una sensación increíble la de ayer.

Además, por su posición habitual en el campo, no es muy normal que marques goles. ¿Es éste el gol más importante hasta ahora de tu carrera?
—Por supuesto no soy muy de hacer goles e, imagínase, un tanto de esta trascendencia, en un partido de Copa, adelantándote en el marcador y encima contra el Athletic de Bilbao, la alegría es inmensa. En la celebración no sabía ni a donde ir. Eché a correr para un lado y para otro porque no estoy acostumbrado a marcar y estaba un poco verde en ese sentido.

Un lance de área un poco enmarañado. ¿Cómo lo viviste in situ?
—Era una jugada que teníamos medio ensayada. Vi que el balón me pasaba al segundo palo, Garmendia la peleó y ya cuando me giré vi que la pelota caía con nieve del cielo, los centrales era como que no veían donde iba, esperé a que cayera, rematé y salió bien. Podría haber salido al córner, pero con suerte fue para dentro.

¿Son importantes las jugadas ensayadas?
—Claro, la estrategia sabemos que es un punto fuerte que tenemos que llevar a cabo e intentamos aprovecharla en cada jugada que tenemos: en los córners, saques de banda, faltas laterales,… forma parte del juego y no sólo en la Copa, en segunda ‘B’ es muy importante. Muchos partidos se van a decidir en la estrategia y por tanto, hay que trabajarla.

Tito comentaba en la previa del partido que lo importante era no encajar un gol a los quince segundos y parar un poco la salida en tromba que pudiera tener el Athletic al inicio del partido para poder tener alguna oportunidad en el encuentro. Visto lo visto, ¿subscribe sus impresiones?
—El partido salió tal cual lo habíamos planeado. Salió a las mil maravillas, sabíamos que habíamos de aguantar veinte minutos para estar vivos y es más, yo creo que el primer tiempo jugamos increíble; de tú a tú a todo un Bilbao y teniendo la pelota cuando había que tenerla. En líneas generales estuvimos muy bien.

Noticias relacionadas

Después de la experiencia del año pasado, con un 0-1 tan tempranero de penalti en contra, sabíamos que en esta ocasión no se podía dar eso, que teníamos que aguantar y si lo hacíamos tendríamos nuestras ocasiones y así pasó.

Lástima ayer del rápido empate.
—Sí, una pena. Te vas con la sensación de que si después de marcar hubiéramos aguantado diez minutos más, seguramente nos hubiésemos llevado la victoria porque tampoco estaban generando muchas ocasiones. Te quedas un poco con el ‘¿…y si nos hubiéramos ido con el 1-0?’, pero bueno, el 1-1 yo creo que lo hubiéramos firmado todos antes de empezar el partido.

El problema viene por el valor doble de los goles fuera de casa…
—Hombre, si te pones a analizar la eliminatoria sabiendo que ahora tienes que ir allí, que los jugadores más importantes del Bilbao se quedaron allí y que si echan mano de ellos te pueden marcar la diferencia, pues es normal que pueda preocupar la ventaja del valor doble de su gol, pero nosotros vamos a ir sin complejos, a pelear la eliminatoria y, ¿Por qué no?, podemos soñar y pasarla. Yo creo que podemos tener nuestras opciones. Pequeñas, pero las tenemos.

A diferencia de la vuelta a Sevilla, donde fuimos con un resultado demasiado abultado y más a vivir el ambiente y disfrutar del campo, en esta ocasión lo que se ha planteado es que vamos a pelearla y creo que vamos a tener nuestras opciones.

La van a pelear, pero sin dejar de pelear por la liga y la permanencia.
—Por supuesto, esto no nos va a desviar de nuestro objetivo principal. Al fin y al cabo, estar aquí en la Copa es como un premio que hemos conseguido, pero nuestro objetivo principal es la liga y sabemos que tenemos que empezar a sacar puntos en casa. No sólo puntos sino victorias porque la permanencia pasa por casa y empezando este mismo sábado por el Mallorca con el que tenemos que ir a ganar. No nos vale otra.

Yo creo que hay equipo para mantener la categoría tranquilamente, sin sufrir. Pero claro, luego tiene que verse reflejado en el casillero.

Después del partido de vuelta, al Athletic le toda lidiar con el Madrid, ¿cree que se pueden reservar algún jugador para ese envite y eso os pueda dar alguna ventaja?
—No creo que se la jueguen a quedar eliminados por un segunda ‘B’. Más bien creo que ellos lo van a dar todo a la vuelta. Va a ser un partido totalmente diferente ya que estarán en su campo y con su afición e, imagino, que será otra historia, pero nosotros no perdemos la ilusión e, insisto, soñar es gratis.

¿Alguna cosa a visitar y a comer en la próxima visita a Bilbao?
—Personalmente, nunca he estado y tengo ganas de verlo. Me han hablado bien de los pinchos y que se come muy bien por ahí. Además, espero que podamos hacer una escapadita para ver el Guggenheim.