Un golazo de Gregori mediado el primer tiempo bastó para que la Unión Deportiva Ibiza se deshiciera ayer del Constància y pusiera así fin a su mala racha. El conjunto de Toni Amor, que encadenaba tres jornadas consecutivas sin ganar –empató contra el Petra y el Platges de Calvià, y perdió con el Mallorca B–, se aprovechó además del tropiezo del líder para colocarse a un punto de la cima de la tabla.

Los unionistas no tardaron en hacerse con el control del balón, pero los de Inca, bien plantados en el terreno de juego, no dejaban huecos en la retaguardia, por lo que las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Ante tal tesitura, Gregori apostó por un lanzamiento lejano y sorprendió al portero, que quizá pudo haber hecho algo más. Gámiz había sacado en corto con rapidez una falta en tres cuartos de campo hacia Gregori, éste levantó la cabeza y decidió lanzar un zambombazo que acabó en la portería de los mallorquines. Golazo.

Al Constància no le quedó otra que estirar algo sus líneas y eso permitió a los ibicencos gozar de alguna que otra buena ocasión. Cascón y Cruz, con lanzamientos desde fuera del área, tuvieron en sus botas la oportunidad de ampliar el marcador, pero se llegó al descanso con el 1-0 anotado por Gregori.

En la segunda parte, el juego se equilibró y la batalla física restó atractivo al partido. Terán estuvo a punto de ampliar el marcador, pero Sabater salió rápido para evitar el regate del andaluz en el mano a mano. La mejor noticia se produjo en el minuto 68, cuando Cirio, ya recuperado de su lesión, regresó a los terrenos de juego. Eso sí, no se le pudo ver mucho en los minutos que dispuso.

El marcador era corto y cualquier descuido podía suponer bien el empate o bien el tanto de la sentencia. Estuvo más cerca de suceder lo primero cuando, en el 80, Seco remató a la red un centro desde la izquierda. Sin embargo, el árbitro anuló el tanto. Respiraban así los ibicencos, que volvieron a llevarse un susto con un chut desde la frontal del área en la recta final que se marchó rozando el palo derecho de la meta de Jesús. El Ibiza supo aguantar las embestidas finales del Constància y regresó así a la senda de la victoria.