Gabri, delantero del Formentera, en primer término en la imagen, trata de proteger el esférico de un defensor rival.

Para Gabri Gómez (Barcelona, 04-04-1985), delantero del Formentera, el doble enfrentamiento contra el Deportivo Alavés en los octavos de final de la Copa del Rey no serán dos simples partidos más, sino todo lo contrario, para él serán dos encuentros tremendamente significativos y muy especiales, tanto en lo deportivo como en lo estrictamente personal. El hoy atacante rojinegro guarda en su memoria excelentes e inolvidables recuerdos relacionados con el club vitoriano, en cuya disciplina el catalán militó durante un total de seis temporadas entre los años 2002 y 2008.

Gabri, que llegó al Club Deportivo Alavés en la edad de juvenil de segundo año, acabó finalmente formando parte de la plantilla del Alavés B, donde terminó de formarse balompédicamente y comenzó a despuntar como futbolista, antes de dar por fin el salto para jugar en el primer equipo durante las temporadas del 2006 al 2008.

«Para mí es una época de las que mejores recuerdos guardo porque fue una etapa de las más bonitas que he vivido desde que empecé en el mundo del fútbol. Allí me formé como jugador y pude acabar jugando en el primer equipo. Fue una experiencia fantástica para mí en lo personal», reconoció, con cierto sabor a nostalgia, el delantero del Formentera.

A pesar de que fueron unos años un tanto convulsos en la entidad alavesa en el plano de lo institucional, en lo deportivo el equipo de Mendizorroza consiguió pequeños logros en una etapa en la que terminó presidiendo el club el empresario ucraniano Dimitri Piterman, de tan infausto recuerdo para la afición vitoriana.

«En aquellos años llegué a conocer hasta tres presidentes diferentes al frente del club hasta que Peterman tomó las riendas. En esa etapa de la concursal conseguimos llegar una vez a los cuartos de final de la Copa y fuimos capaces de salvar la categoría ganando en los dos últimos partidos de liga, tras imponernos en Vigo y vencer a la Real Sociedad con una remontada en la que marcamos dos goles en los minutos 92 y 94. Fueron tiempos que difícilmente podré olvidar», comentó a modo de anécdota Gabri.

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SENTIMIENTOS ENFRENTADOS

El hoy futbolista del Formentera sabe que esta eliminatoria copera contra el Alavés le hará sentir un profundo cosquilleo en su corazón, un corazón que tendrá partido cuando salte al terreno de juego y antes de que comience a rodar el balón, pero, a pesar de esos sentimientos enfrentados que pueda experimentar, Gabri es consciente de que está haciendo historia con el club formenterense y que deberá mantener la cabeza bien fría en todo momento para dar lo mejor de sí mismo en favor de los de Tito García Sanjuán.

«Después de los años que estuve allí y de que he seguido manteniendo una buena relación con Vitoria durante unos trece o catorce años más, debido a que mi pareja estuvo allí trabajando también algunos años después de me fuera, estoy seguro de que los partidos de esta eliminatoria van a ser muy especiales para mí, sobre todo, porque con la edad que tengo me va ser muy complicado ya volver a tener nunca más otra oportunidad para regresar a jugar en Mendizorroza, un estadio histórico y que cuenta con unos aficionados que se superan cada año así mismos. Personalmente creo que la afición del Alavés está entre las tres mejores de España», indicó el catalán.

En cuanto al doble enfrentamiento copero, Gabri afirmó que «estoy convencido de que van a ser dos partidos muy bonitos y bastante disputados».

«Ellos no están atravesando por su mejor momento, pero en cualquier caso son un equipo de Primera y no nos va ser nada fácil jugar contra ellos. Siendo realistas nosotros contamos con menos opciones de poder pasar, aunque mientras haya vida hay que tener esperanzas», manifestó, con seguridad, el delantero del cuadro formenterense.