Salinas, a la derecha del todo, celebra un gol durante el partido de Tercera División entre la Peña Deportiva y el Collerense del año 2014.

La Peña Deportiva de Santa Eulària tiene entre ceja y ceja hacerse con los servicios de Manuel Expósito Salinas. El club, de hecho, ya tiene un principio de acuerdo con el jugador, pero falta la baja por parte del club de origen, el Club Deportivo Ebro.

El equipo de Dani Mori no tiene gol. Solamente ha anotado 12 tantos en 19 jornadas, lo que le convierte en el conjunto menos realizador del grupo III de Segunda División B y en el segundo de toda la categoría de bronce, formada por 80 escuadras. Solamente el Caudal Deportivo, del grupo II, ha transformado menos dianas hasta el momento con un total de ocho.

Ante tal situación, no es de extrañar que la secretaría técnica peñista se haya puesto en marcha para contratar un delantero en el mercado invernal. Y el hombre deseado es Salinas, un jugador que ya conoce la casa y no está teniendo el protagonismo deseado en las filas aragonesas. El atacante, que cumplirá 28 años el próximo mes de febrero, acumula 669 minutos de juego repartidos en 14 partidos, en los que ha marcado tres goles y ha visto una tarjeta amarilla.

Salinas ya ha estado tres temporadas en la filas santaeularienses (2010-12 y 2013-14). En la última se convirtió en el máximo artillero de un club ibicenco en Tercera al superar la treintena de tantos de Mario Ormaechea. Esa gran campaña le abrió las puertas del Coruxo, en Segunda B, donde permaneció dos ejercicios en los que acumuló 12 goles. El Linares Deportivo, con el que firmó dos tantos, y el Hospitalet, donde transformó 11 dianas, fueron sus últimos equipos antes de recalar en el Ebro.

La llegada de Salinas devolvería la ilusión a una afición peñista que ve cómo su paso por la categoría de bronce tiene mimbres de ser tan efímero como el de la última vez, en la que su descenso a Tercera se fraguó en una sola campaña.