Salinas conduce la pelota durante un partido en su anterior etapa como jugador de la Peña Deportiva.

El regreso de Manuel Expósito Salinas ha abierto la puerta de la esperanza a la afición peñista. El delantero ya ofreció muy buenas actuaciones en su anterior etapa como peñista y tanto el club como los seguidores confían en que sea la solución a la sequía goleadora de los suyos. Eso sí, el jugador recuerda que llega para trabajar, la categoría y la situación actual son distintas a las de antes y no es «el salvador de nadie».

El atacante marcó más de una treintena de goles en su última campaña en las filas santaeularienses, en Tercera, algo que se recuerda bien en el municipio. «Era otra época, otra categoría y otra situación. Ahora, el equipo está en un momento complicado y yo no soy el salvador de nadie. No soy ni Messi ni Cristiano Ronaldo. Vengo a ayudar para que el barco no se hunda y llegue a buen puerto», dijo.

Sali recuerda que viene «para intentar ayudar en la parte de arriba y sacar esto adelante». «Creo que con seriedad y ambición se puede conseguir», agregó el futbolista, que explicó de la siguiente forma por qué aceptó la oferta de la Peña Deportiva: «Me decidí por venir por el interés que ha mostrado y porque yo también estaba un poco cansado de estar fuera de casa tanto tiempo. También mi primo Fabián ha sido el gran partícipe de que venga. Ha estado convenciéndome para venir. Si puedo ayudar estaré encantado».

Salinas, salvo sorpresa, debutará mañana en el derbi contra el Formentera, un partido importante de cara a la salvación. «En esta categoría te puede complicar las cosas cualquiera. No hay ningún rival fácil, pero nosotros tampoco lo seremos para ellos. Es un derbi y puede ganar cualquiera. Se le podría dar a ellos el papel de favoritos por ir mejor en la clasificación y jugar en su campo, pero el Formentera es consciente de que la Peña tiene un buen equipo y puede pasar de todo».