AT. BALEARES: 1

FORMENTERA: 0

El Formentera encajó su tercera derrota consecutiva en este arranque del año (dos en Liga y otra en Copa). El equipo rojinegro cayó en el derbi balear contra el Atlético Baleares, que vuelve a esbozar una sonrisa tras meses sin ganar y toda la temporada negado en Son Malferit. Un gol de falta de Kike López al cuarto de hora de juego pasó factura a un conjunto formenterense que fue de menos a más y pagó el peaje del sueño en la Copa del Rey. Con algo más de fútbol en el primer acto y corazón y sudor en el segundo, los de Horacio Melgarejo se reencontraron con un triunfo que reanima a los blanquiazules.

Vallori, Guasp y, sobre todo, Villapalos junto a Malik en la sala de máquinas y Marcel en la banda derecha del centro del campo fueron las novedades del cuadro local, cuyo planteamiento cortocircuitó a una escuadra pitiusa que entró en el partido dispuesta a imponer un ritmo lento, pero con una marcha menos que el rival. Los mallorquines, intensos en cada acción, apostaron por una presión alta y exprimir las bandas para lanzar ataques rápidos.

Sin apenas noticias de los porteros pero con los blanquiazules habiendo propuesto más en ataque, llegó la acción clave del partido al cuarto de hora de juego. Aunque la falta sobre Villapalos a unos cinco metros de la frontal estaba perfilada para un zurdo, Kike López asumió la responsabilidad y su disparo fue a la red doblando la mano de Chechu para hacer explotar de alegría a Son Malferit.

El Formentera se encontró con el balón y la obligación de llevar la iniciativa. El ATB se pertrechó voluntariamente en su parcela y salió ganador en casi todos los duelos individuales. Con Riera como único jugador inspirado de los visitantes, los de Horacio Melgarejo se defendieron sin apuros y dispusieron de dos buenas ocasiones para golpear de nuevo. Primero fue un cabezazo de Villapalos tras un saque de esquina que se marchó fuera por centímetros y, poco después, una doble intervención de Chechu a sendos tiros de Hugo Díaz y Marcel mantuvieron el 1-0 camino de los vestuarios.

El decorado no se alteró en la reanudación. El equipo de Tito García saltó más enchufado que en el arranque del partido y fruto de su mejoría disfrutó de su mejor ocasión. Una cabalgada de Bruno Vinicius por la derecha acabó con un centro que conectó bien el debutante Kotnik y que desbarató en dos tiempos Aulestia para espabilar a los suyos. El ímpetu de los visitantes se fue diluyendo, aunque el juego se desarrolló en buena medida en la parcela balearica.

El ATB hizo lo que pudo para que se jugara lo menos posible y se defendió con orden, mostrando seguridad a la hora de contener los balones colgados por un equipo formenterense que comenzó a acusar el desgaste del esfuerzo realizado en el torneo del KO.

Biel Guasp se disfrazó de Marcelo en la mejor oportunidad del ATB en la segunda mitad. El lateral arrancó en campo propio y se marchó de cuantos jugadores le salieron al paso para poner un balón franco a Marcel, que desde la frontal trató de ajustar el lanzamiento con el interior y su disparo salió rozando el poste.

De ahí hasta el final, los locales pusieron cloroformo a cada acción y el Formentera no tuvo ni gasolina ni ideas para poner en aprietos a Aulestia, que vivió los últimos instantes sin sobresaltos antes de que Son Malferit rugiera a la conclusión del duelo con la primera victoria de la temporada como local.

Los banquillos

García Sanjuán: «Hemos regalado la primera parte»

Tito García Sanjuán, entrenador del Formentera, se mostró crítico con la actuación de su equipo: «Hemos jugado sólo media parte y hemos regalado la primera. Salimos como no toca, porque tienes que afrontar el partido con máxima intensidad y no fue así». Sobre la incorporación de un futbolista para suplir a Liñán, indicó que dudan entre «un mediocentro defensivo o un jugador del perfil de Riera para la derecha».

Melgarejo: «Era un partido para hombres»

Horacio Melgarejo, técnico del Atlético Baleares, comentó que «era un partido para hombres». «El equipo hizo un trabajo muy bueno en la primera mitad y en la segunda fue un partido más emocional de venirse atrás para cuidar el marcador», analizó el entrenador argentino. «Tenemos que aprender de esto y a saber sufrir», concluyó el preparador blanquiazul.