Se truncó la buena racha de la Peña Deportiva en Santa Eulària. Tras cinco partidos sin perder como local, los de Dani Mori cayeron ayer ante un Badalona muy físico y que planteó una gran defensa. Lo justo hubiese sido un empate en un encuentro en el que pocas ocasiones y menos fútbol pudieron ver los aficionados.

No mereció perder el conjunto blanco, pues el Badalona hizo lo mínimo para marcar un gol. Tan poco hizo que ni si quiera lo metió el conjunto catalán. En un balón largo, Marcos peinó la pelota con la intención de cedérsela a su portero. El esférico cogió parábola y terminó colándose en la portería local para asombro de los presentes.

Antes del tanto, apenas había pasado nada; después, poco más pasó. El Badalona demostró desde el minuto uno por qué actualmente es la mejor defensa de la categoría y por qué lleva cinco jornadas sin encajar. Manolo González puso un 4-4-2 muy sólido y muy físico para desactivar por completo a los de Dani Mori.

Los jugadores más imaginativos como Rosa, Salinas o Erik apenas tenían el balón. Desapareció el juego asociativo. El esférico iba por el aire de un campo al otro. Eso sí, cuando estaba a punto de cumplirse la media hora de juego, Marco Rosa obligó a hacer una gran parada al portero visitante tras enganchar una volea desde la frontal del área. Fue la única de los locales en la primera parte.

En el 38 llegó el ya mencionado tanto del Badalona, un golpe duro que dejó KO a los santaeulerienses y que propició que, antes del descanso, el Badalona estuviese a punto de meter el segundo con una gran chilena de Héctor. El remate se fue lamiendo el palo.

UN QUIERO Y NO PUEDO

El segundo tiempo se convirtió en un quiero y no puedo para los peñistas. Cuando intentaban tocar, veían que el Badalona no dejaba espacios y cuando buscaban el balón largo, los centrales catalanes se imponían. Incluso parecía más cerca el segundo que el empate, aunque ninguno de los dos equipos generaba nada.

Dani Mori decidió mover el banquillo y cambió el sistema a una defensa de tres. El plan B tampoco funcionó. Según pasaban los minutos, los locales se impacientaban y buscaban balones largos que no creaban problemas.

En los últimos quince minutos apareció el orgullo. Entró Gorriz y fijó a los defensas. Estuvo cerca de llegar el empate en una falta lateral que no encontró rematador y se paseó por la línea de gol. En la jugada posterior, un gran tiro de Rueda obligaba a volar a Morales para sacar la pelota de la escuadra.

En este arreón final también pudo matar el partido el Badalona, que perdonó un contragolpe. La expulsión de Cendrós acabó por sentenciar a una Peña que cayó colgando balones al área, pero sin remate.

Con este tropiezo, la salvación se aleja a seis puntos. La siguiente jornada es vital. El equipo peñista visita al Deportivo Aragón, colista de la categoría. Todo lo que no sean tres puntos será poner un pie en Tercera División.

Los banquillos

Mori: «No era un partido para perderlo»

Dani Mori, técnico de la Peña, se mostró entristecido tras la derrota de su equipo en un partido «que no era para perder». El entrenador cree que el marcador no fue justo y que se decidió por una jugada desafortunada. «Estábamos muy serios. No nos habían tirado a puerta y ese tipo de acciones duelen y marcan un partido», explicó. Mori señaló que el resultado «obliga a recuperar los puntos fuera de casa». «Ni la semana pasada estábamos salvados ni ahora, condenados», concluyó.

González: «Fue un encuentro de empate, de 0-0»

Manolo González, entrenador del Badalona, destacó la importancia de sacar una victoria en un campo difícil: «Ganar aquí era complicadísimo». Además, valoró el trabajo defensivo de su equipo: «Dejar la portería a cero es básico cuando no tienes un talento que marque las diferencias arriba». El técnico aseguró que «fue un partido de empate». «Si hubiese quedado 0- 0, no pasaba nada», añadió. También señaló que la Peña «tiene opciones de salvarse, pero igual que el resto de los que están abajo».