La Peña Deportiva tiene motivos para creer en el milagro. Ayer, ante su público, los de Dani Mori se mostraron muy superiores al Hércules, uno de los gallitos de la categoría. Sólo la falta de puntería impidió que el tanto llegara antes. Costó un mundo, pero de penalti, en el último minuto, Salinas dio la victoria (1-0) a los de Santa Eulària.

El encuentro se presentó en los primeros minutos como el típico duelo de Segunda B: partido tosco, sin grandes ocasiones y mucho juego en el centro del campo. Los minutos iban cayendo y ninguno de los dos conjuntos inquietaba la portería rival. Estuvo bien sobre el césped la Peña, que controló al Hércules. El buen trabajo defensivo no se tradujo en oportunidades de gol. La mejor llegó en el minuto 27, cuando Guille Andrés cayó derribado en el área, una jugada que pareció penalti, pero que el árbitro no se cobró.

El Hércules apretó en los instantes finales y estuvo a punto de marcar en la última jugada de la primera parte con un remate desde dentro del área a la salida de un córner. El disparo fue peligroso, pero Imanol lo pudo atrapar sin complicaciones.

Tras el paso por vestuarios, el partido siguió con la misma tónica en el juego, no así en las ocasiones. En el 60, a balón parado, Gorriz perdonó de cabeza cuando lo tenía todo para marcar. Un par de minutos después, fue Guille Andrés quien mandó la pelota al lateral de la red. Pomar cabeceó otra falta lateral que se fue lamiendo el palo. Salinas, en remate acrobático, se encontró con el portero. Las oportunidades se fueron al limbo y el respetable se empezó a temer lo peor.

En la recta final, con el equipo volcado, el público apretó. El campo registró una buena entrada gracias a la propuesta que permitía asistir de manera gratuita a todos los que vistieran de blanco. Con el calor de la gente, la tuvo Pomar, otra vez de cabeza y, de nuevo, en una falta lateral.

Cuando parecía que no iba a haber tiempo para más, llegó el penalti, muy discutido por los visitantes. Salinas cogió el balón y, con mucha clase, engañó al portero para marcar con suavidad. Es el primer gol que mete el delantero esta temporada. El árbitro añadió cuatro minutos que sirvieron para que los de Dani Mori se vaciaran y se dejaran el alma defendiendo todos los balones. Con el pitido final, estalló la alegría. Y es que la victoria sitúa a la Peña a dos puntos de la promoción y a cuatro de la salvación.