Ni uno, ni dos, ni tres. Hasta doce partidos tuvieron que pasar hasta que el San Rafael consiguiera volver a ganar un encuentro. Ayer, lo hizo ante el Santanyí. Con sufrimiento y en los últimos instantes. El gol de Moreno es un balón de oxígeno que puede valer la permanencia.

El encuentro ante el Santanyí, rival más que directo, comenzó bien. En el minuto 8, el balón le llegó a Juanfran para que abriera la lata. El tanto llevó tranquilidad a los fieles rafelers que se dieron cita en el municipal.

A la media hora, Coulibaly se encargó de hacer saltar las alarmas. El atacante mallorquín batió a Santi y puso el empate, resultado con el que se llegaría al descanso.

En la segunda parte, los aficionados empezaron a dudar y a pensar que se volverían a llevar otra decepción. La alegría llegó sobre la bocina. Moreno reventó el marcador con un tanto que puede valer su peso en oro en este recta final del campeonato.

El primer triunfo de la era Buti, tardó. Algunos empezaban a creer que el descenso del conjunto blue cada vez estaba más cerca. Los tres puntos disipan esos fantasma y dan tranquilidad para los tres partidos que quedan por jugar. Son contra rivales directos por lo que sería importante cerrar la salvación matemática cuanto antes y dejar equipos por detrás.