Los jugadores del Ibi celebran uno de sus goles ante la desolación de Paulo e Iván, del Gasifred.

El sueño del ascenso a Segunda B se convirtió en una auténtica pesadilla para el Gasifred. Ni en sus peores pensamientos tenía cabida el repaso que se llevó ayer en el partido de ida celebrado en el pabellón de sa Blanca Dona, que presentó un buen aspecto en la grada con cerca de medio millar de espectadores. El 2-11 que indicaba el marcador al término del partido habla por sí solo de lo que se vio en él. Los alicantinos mostraron una superioridad total, plasmada especialmente en una segunda mitad que se saldó con un parcial de 0-8.

Los primeros minutos, como en muchos encuentros, fueron de tanteo. La ilusión de ambos equipos por cosechar un resultado positivo se dejó notar sobre la pista con alternancias en el juego y en las ocasiones. La primera gran oportunidad la tuvo el conjunto de Luis Coria a los cuatro minutos. Tarek lanzó una falta y el portero dejó el balón muerto en el área pequeña. Ahí apareció la puntera de Bruno, pero el guardameta envió el balón a la madera en su estirada. Increíble, pero cierto.

Poco después, el cuadro visitante rompió el cerocerismo por mediación de Baca en una acción a balón parado, donde se mostró especialmente peligroso. Y es que en bastantes saques de banda trajo por la calle de la amargura a los ibicencos.

Comenzó entonces el acoso de un Ibi que se topó en varias oportunidades con Iván. Pero tanto va el cántaro a la fuente que, al final, se rompe. Rico y Lolo pusieron tierra de por medio al cumplirse el ecuador de este primer tiempo. Pintaban mal las cosas, muy mal, pero lo cierto es que el Gasifred resurgió de sus cenizas. Poco después de que Sebas fallara a puerta vacía tras un pase de Tarek, Antoñito aprovechó un servicio de éste para batir al portero a la media vuelta.

El propio Tarek acarició el 2-3 en un lanzamiento desde la raya del área, pero el Ibi seguía a lo suyo y también rozó el cuarto de no ser por el palo, que se interpuso en el disparo de Rico. A falta de tres minutos y medio, Tarek puso a los suyos a tiro de uno de penalti tras una mano de Baca en el interior del área. Con este apretado marcador se llegó al descanso, un mal menor para los pitiusos a tenor de lo visto sobre la pista.
Goleada

La segunda mitad sirvió para dejar muy clara la diferencia entre uno y otro equipo. En apenas siete minutos, los de Carlos Navarro encarrilaron la eliminatoria con cuatro goles. Tarek perdió la marca de Carrión en un saque en largo del portero y el pívot habilitó a Baca para hacer el 2-4. Acto seguido, una salida en falso de Iván sirvió el 2-5 a puerta vacía. Segundos más tarde, Daniel se marcó una vaselina en el interior del área para quitarse el sombrero. Por último, Baca subió el 2-7 al electrónico a pase de Pepe.

Luis Coria apostó entonces por jugar de cinco, pero lo que debía suponer una solución acabó por agravar el problema. Errores en el pase permitieron al Ibi transformar otras cuatro dianas, dos de ellas de Carrión, por lo que el técnico azulino reculó, retiró al portero-jugador y los minutos pasaron ya con más pena que gloria. Todo estaba decidido y sólo un milagro permitiría al Gasifred voltear la eliminatoria ante un Ibi que este año no sabe lo que es perder en su feudo.