Adrián Ramos, durante un entrenamiento. | UD Ibiza

Adrián Ramos (09/04/1988) es uno de los ídolos de la afición de Can Misses. Los jugadores de casa siempre gustan y el delantero es de los que se dejan todo en el campo. Titular en los últimos partidos de la UD Ibiza, su gol contra el Algeciras ayudó a la clasificación para la segunda ronda del play off de ascenso.

—Contra el Algeciras, no fue el gol más bonito de su carrera, pero sí de los más importantes.
—Sí, la verdad que no fue bonito, pero yo siempre digo que mientras acabe dentro de la red es lo que importa. Y sí, fue importante porque ayudó al equipo a pasar a la siguiente ronda.

—Ahora, les toca el Getafe B, uno de los rivales más complicados que había en el bombo.
—Bueno, a estas alturas todo lo que había en el bombo es difícil. Son gente joven y es cierto que un filial de Primera División siempre es un poquito más complicado. Se trata de un equipo hecho para estar arriba. Pero bueno, nosotros vamos a salir a ganar el partido como hacemos siempre. Tenemos que sacar un buen resultado para la vuelta en Getafe.

—¿La clave es no encajar en casa?
—Sí, por supuesto. Todo lo que sea que no nos marquen es bueno. Ganar 1-0 o incluso el 0-0 pueden ser buenos resultados para la vuelta.

—¿Cómo está el grupo? ¿Cómo encara esta eliminatoria?
—Pues con mucha ilusión. Desde que estamos en los play offs estamos trabajando para ganar partido tras partido. Hemos pasado la primera eliminatoria y vamos con un plus de alegría por ello. Y ahora, en la segunda, hay que afrontarla igual o mejor. Nosotros tenemos que ganar cada partido si queremos pasar.
—Su compañero Álvaro Muñiz decía que están disfrutando de la presión de ascender.
—Sí, sí que es verdad. Con el antiguo entrenador llevábamos una mala racha anímicamente y desde la llegada de Rufete todo ha cambiado. Se habla siempre de presión, pero nosotros sabemos para lo que hemos venido y ahora mismo estamos disfrutando de lo que estamos haciendo.

—Hablan siempre de que Rufete ha cambiado el vestuario sobre todo en lo anímico. ¿Qué les dice?
—No es que nos diga. Es su forma de trabajar, la forma de trabajar que tiene él y su equipo. No sé si es porque ha sido futbolista, pero nos ha transmitido la alegría y las ganas de disfrutar del fútbol y eso es lo que estamos haciendo. No ha sido algo que digas pues ha cambiado esto, simplemente la forma de trabajar y la forma que tiene de tratarnos.

—En lo personal, le costó ganarse el puesto, pero desde que lo logró, no lo suelta.
—Sí, es muy duro entrar en el once de este equipo. Yo sabía cuando firmé que este año iba a ser algo complicado y lo he afrontado con mucha ilusión. Para mí, vestir la camiseta del Ibiza siendo de aquí de la isla es un honor. Por la lesión, me costó muchísimo más entrar y estuve trabajando para cuando me dieran la oportunidad, intentar que no me sacaran de ahí. Estoy teniendo suerte de cara a gol, estoy trabajando bien y espero ayudar al equipo a ascender.

—Lo que queda claro es que el esfuerzo no se negocia.
—No, no. Hay que darlo todo. Al 100%. Yo cuando tenía cinco minutos intentaba aprovecharlos al máximo para en el siguiente si era posible tener 10.

—Para un jugador de la casa, ¿qué supone ver Can Misses con una entrada como la del domingo?
—Es un pasada. Yo tengo la suerte de estar cada dos fines de semana haciendo lo que más me gusta en mi casa, representando al equipo de la isla y con mi gente en las gradas. Supongo que a Cristian Cruz también le pasará, pero ver tu casa llena es un plus más de motivación.

—¿Ser de casa quizás les de un puntito más que al resto de los compañeros?
—Todos los compañeros que han venido tienen la ilusión y la motivación de ascender. Es cierto que defender el escudo de tu isla y estar en casa con nuestra gente es un plus. No es lo mismo estar fuera de casa y ver un estadio lleno con gente que no conoces, que ver en Can Misses a un montón de conocidos y gente que sabes que quiere al equipo en Segunda B.