Jacinto Real posa en las instalaciones del Periódico de Ibiza y Formentera. | MARCELO SASTRE

Recuperar la memoria histórica del baloncesto pitiuso es un trabajo duro, pero gratificante. Así lo ve Jacinto Real un enamorado de este deporte que estuvo ocho años en la directiva del Can Cantó, tres como presidente, y que actualmente es miembro de la Fundación Febib1935. Esta iniciativa impulsada por la Federación Balear tiene varios objetivos, entre estos se encuentra la recuperación, clasificación y divulgación de la historia del baloncesto del archipiélago.

«En un viaje a Palma el presidente de la Balear me habló del proyecto de la fundación. Me dijo que en Mallorca tenía gente, pero que en Ibiza no y yo me ofrecí. Creo que hay que rendir homenaje a toda la gente que participó y trabajó en este deporte», relata Real.

Para él es necesario dar visibilidad a «una serie de personajes de relevancia a los que no se les ha dado demasiada importancia». Destaca que por ejemplo «Paco Vázquez que llegó a la selección y no tiene ni siquiera un pabellón a su nombre».

Jacinto Real lleva cinco meses recopilando fotografías y crónicas del pasado y aún le queda mucho por registrar. «Mucha gente me está haciendo llegar fotos. Se trata de hacer el puzzle la memoria histórica del baloncesto pitiuso, no quiero dejar fuera a Formentera», señala.

Intenta profundizar en los orígenes del deporte en las islas y reconoce que hasta la fecha lo más antiguo que ha encontrado son crónicas de los años 40 entre la Unión y el Juventut. «Éstos junto al Rondalla y el Ibiza, eran secciones dentro de clubes de fútbol. En Ibiza, al revés de lo que pasa en Mallorca, dónde sí había equipos propios de baloncesto, estaban vinculados a equipos de fútbol o clubes fundados por jugadores que terminaban desapareciendo una vez que los propios jugadores dejaban el deporte o cambiaban de categoría. No tuvieron continuidad. Sí que hay clubes que han tenido un recorrido como el Botafoch o el 30 de mayo en los 80 y los 90», explica.

EL TORNEO QUE CAMBIÓ TODO

Real mira al pasado con cierta tristeza cuando piensa en la evolución del baloncesto pitiuso. «Hay cosas que a veces me dan pena. Hemos llegado a hitos mucho más importantes en el pasado de lo que estamos haciendo ahora. Supongo que eso también es una labor de la divulgación, dar a conocer a la gente lo que se consiguió y que eso sirva de revulsivo para conseguir nuevas metas».

«Aquí se organizó un Mundial Junior de baloncesto, en Mallorca, Ibiza y Menorca. Se organizó dos veces un clinic con los mejores entrenadores, vinieron Obradovic, Aito, Messina, Scariolo, Manel Comas… Las crónicas hablan de 400 asistentes», recuerda.

Ibiza acogió un Mundial porque Mallorca decidió repartir. La FIBA se lo había dado a Palma, y su alcalde propuso a los responsables de Ibiza, Maó y Llucmajor que fuesen sedes para hacer partícipe a todas las Balears de este evento. En Ibiza no había ni pabellones, sólo el pabellón militar de Sa Coma que fue donde se jugó un grupo con Yugoslavia, Rep. Dominicana, Argentina y Canada. Por el polideportivo entre el 14 y el 21 de Agosto de 1983 pasó Tito Hofford, padre de Al Hofford, pivot de los Celtics, o jugadores más importantes como Perasovic, Cvjetičanin, apodado ‘El Yeti’ por la afición del Estudiantes o Sobin que luego jugó en la Jugoplastika de Kukoc.

«El Mundial junior despertó el interés y el desarrollo del baloncesto ibicenco, sobre todo en el basket de cantera», afirma Jacinto. Sin ir más lejos, él es una de esas personas que estuvieron en las gradas y decidieron dedicar parte de su tiempo libre a promocionar el baloncesto.

FUTURO

Aunque actualmente no hay grandes equipos ni grandes jugadores, Real tiene claro que el baloncesto gusta en Ibiza. Para él, la clave es «una gran reestructuración para que la cantera se asiente y se pueda crecer desde una base». Señala que uno de los principales problemas es la falta de instalaciones: «En Ibiza no hay suficientes pabellones para todos los equipos y todos los deportes que se practican. A día de hoy están todos saturados».

Por otro lado, le faltan más actividade de promoción: «Echo de menos que se organicen eventos a nivel de selecciones, no hace falta que venga la absoluta, con las inferiores son suficientes».

Lo que tiene muy claro es que no se debe intentar llegar al baloncesto profesional por la vía rápida. «Es un trabajo a medio plazo, para mí sería un error decir vamos a hacer un equipo profesional, ponemos uno o dos millones y a competir. Eso sería un gigante con pies de barro», asegura.

Además, no tiene dudas de que Ibiza tiene capacidad para tener un equipo en categoría nacional. «Si miras es listado de los equipos de LEB oro o plata, muchas ciudades son más pequeñas» señala. Para Jacinto Real la receta está en seguir haciendo las cosas bien: «En Ibiza está aumentando el número de licencias en el baloncesto base, se está trabajando bien, pero debe seguirse en esa línea. Debe haber una pirámide con un base con suficientes clubes que permita un crecimiento adecuado que pueda terminar en un club de un nivel alto en la isla».

En este puzzle histórico que está formando el ex presidente del Can Cantó destacan varias piezas como hitos o personajes clave del baloncesto pitiuso. Real señala a Paco Vázquez, el Tanit o el PDV «que en los últimos años a nivel profesional ha sido la pieza más importante».

El objetivo final de este proyecto es la divulgación en sí. Desde la fundación no se plantean escribir un libro, se trata de recopilar, clasificar y ayudar a la divulgación. Jacinto Real pide toda la colaboración posible para seguir clasificando la historia de este deporte en las islas. Aquellos interesados en hacerle llegar fotografías o documentos, pueden hacerlo a través del correo electrónico fonsfebib@febib1935.com.