Núñez marca a un jugador rival.

Un punto y gracias. La Unión Deportiva Ibiza puede darse con un canto en los dientes después de empatar ayer en el feudo del Villanovense. El equipo ibicenco tuvo que sufrir para puntuar a domicilio ante un rival que hizo más méritos para apuntarse la victoria.
El conjunto de Ñoño Méndez mostró su versión más defensiva para mantener su puerta a cero. Eso sí, esa solidez en la retaguardia es indiscutible a día de hoy. En cambio, en el aspecto ofensivo apenas se dejó ver y así es difícil ganar un partido.

El tempranero disparo de Cristian Herrera, que fue desviado a córner por Isma Gil, no fue más que un espejismo. De hecho, los unionistas ya no dispararon más entre los tres palos.
El duelo comenzó con una gran igualdad en cuanto a juego, con dominio repartido y pocos espacios por los que entrar. Con el paso del tiempo, los locales fueron asentándose y llegaron a disfrutar de la ocasión más clara del choque. Fue mediado este primer periodo, cuando Borja García remató fuera a puerta vacía un servicio de Xiscu. Increíble, pero cierto.

En la segunda parte, Germán fue el primero en intentarlo, pero sin suerte. También Chavero probó fortuna desde la frontal con las mismas consecuencias.

Lo cierto es que, pese a todo, el Villanovense estaba mejor sobre el campo, con un Xiscu muy incisivo en ataque. En el minuto 60, Ñoño Méndez decidió dar entrada a Rodado por Germán para tratar de buscar la pólvora de la que carecía hasta ese momento el equipo ibicenco.

Poley llevó el uy a la grada con un zapatazo lejano que se marchó rozando la cruceta. Posteriormente, un defensor visitante se tragó un centro y Carrasco no acertó a controlar la pelota con todo a favor. No se esperaba esa bola.

Pese a que el Villanovense se había mostrado mejor en el terreno de juego, lo cierto es que se llevó un buen susto en el tramo final, cuando Rodado no acertó a rematar al fondo de las mallas un centro del recién incorporado Fobi, manteniéndose así un 0-0 que brinda un punto de oro a los pitiusos.