Imagen de archivo de una carrera disputada por Enrique Morcillo.

Enrique Morcillo se despide de Suiza con un buen resultado. La pareja española formada por el ibicenco y Francesc Guerra se quedó a un puesto del podio, una gran posición para los del Buff-Scott en una de las pruebas más duras que hay en el calendario ciclista.

En la quinta y última etapa celebrada ayer con salida y llegada en Zermatt, el ibicenco llegó en la cuarta posición de la etapa tras superar los últimos 57 kilómetros y los 2050 metros de desnivel. La etapa más corta y con menos subida de las cinco disputadas, pero la dureza de los cuatro días anteriores en las piernas hizo que se convirtiera en un pequeño infierno para los ciclistas.

Morcillo mantuvo un alto nivel a lo largo de los cinco días de competición. Sólo en la cuarta etapa la altitud le pasó factura y le dio una pequeña ‘pájara’ que le hizo perder un tiempo valioso, pero que finalmente consiguió superar.

El ibicenco destacó que este año el nivel de la prueba fue muy alto porque la semana pasada se celebró el Mundial y varios ciclistas se quedaron en Suiza.

El pitiuso valoró que este año ha estado «más fuerte» y aseguró estar «muy contento» con su condición física.

En cuanto al cuarto resultado, confesó que le deja mal sabor de boca: «Es un sabor agridulce por no poder subir al podio. Sabemos que las tres primeras parejas han ido muy bien durante todas las etapas y no han fallado. Esperábamos que los americanos fuesen a menos, pero han ido a más».

Morcillo ahora ya pone la vista en la Catalunya Bike Race que se celebra del 28 al 30 de septiembre.