José Luis Blanco posa en las instalaciones de Grupo Prensa Pitiusa. | T.S.V.

José Luis Blanco Quevedo (Lloret de Mar, 03-06-1975) fue uno de los grandes atractivos de la prueba denominada 5 Kilómetros paralela a la Milla Urbana, que también ha corrido en múltiples ocasiones. El atleta internacional, medallista de bronce en la prueba de los 3.000 metros obstáculos del Campeonato de Europa de 2006, olímpico en Pekín’08 y campeón mundial master el año pasado en diversas disciplinas, es un fijo en este evento, al que acude prácticamente siempre desde 1997.

—¿Qué tiene Ibiza para que usted venga prácticamente cada año?
—Vengo desde el año 97, que fue la primera edición a la que asistí de la Milla Urbana en el centro de Ibiza. He venido en muchas ocasiones con todo tipo de deportistas, desde Reyes Estévez, hace 15 años, a José Luis González, el anterior, o Manuel Olmedo, en éste. Me gusta. Es una cita obligada con la isla. Me tratan muy bien tanto en Ibiza como en Sant Antoni, así como Pep Ribas, que es la alma mater de la Milla y, al igual que yo, un organizador que tiene que afrontar muchas batallas para buscar patrocinio. Es una isla que me encanta y supone una de mis citas obligadas.

—¿Es la isla un sitio atractivo para correr?
—Ibiza es un lugar ideal para el running. En nuestro caso, tenemos un sitio como el paseo para entrenar en Sant Antoni. En Ibiza también está muy bien la parte del puerto. De hecho, lo primero que hice este año al llegar fue ir a correr por allí. También el clima, que en Lloret del Mar lo tenemos parecido, es bueno, sobre todo en estas fechas porque aflojan un poco las altas temperaturas y viene bien para entrenar mejor.

—Usted ha pasado de correr en la Milla Urbana a hacerlo en los 5 Kilómetros paralelos. ¿Por qué?
—Sí, llevo tres años seguidos haciendo los 5 Kilómetros. Quedé tercero y dos veces quinto. Corro por la sencilla razón de que ya tengo 43 años y, aunque haya ganado el Campeonato del Mundo master de varias distancias, es una distancia muy explosiva. Con mi edad, después de todo el machaque que arrastro de 3.000 obstáculos, Juegos Olímpicos, Mundiales y otros campeonatos, que supuso un entrenamiento muy fuerte, el hecho de correr una milla con el nivel existente puede conllevarme una lesión. He preferido prepararme para la otra distancia, que es donde me siento más cómodo. Luché por el podio, pero los jóvenes suben y ganó Nacho Jiménez, que es quinto de España absoluto. Los jóvenes tienen casi 25 años menos que yo. Eso se nota.

—Cuando un joven le rebasa, ¿qué se le pasa por la cabeza? ¿Le llega a dar rabia?
—Ellos se motivan mucho más. Saben que es una oportunidad buena para ganarte y van a por ti. Ven tu camiseta por detrás e intentan pasarte. Sí que me quedo con las ganas de ganarles.

—¿Qué tiene el running para que exista este boom?
—Yo organizo con Lasansi.com, que es mi club deportivo, 13 carreras al año y tenemos un movimiento de 40.000 inscripciones al año. Son muchos corredores. En la Cursa de La Mercè, por ejemplo, participan entre 12.000 y 14.000 corredores. Este fin de semana hacemos un trail con unos 600 inscritos. Es un mundo en el que influyen varios factores. Uno de ellos son las redes sociales. Como organizadores nos han ayudado mucho, pero también hay mucho postureo. A la gente le gusta tener su fotografía corriendo. Hasta a las personas con más seguidores les gusta tener una foto haciendo deporte y, cómo no, corriendo. También hay gente de entre 30 y 50 años que dejó de hacer deporte y ahora ha vuelto. Estas personas luchan por superarse a sí mismas.

—¿Cuáles son sus próximos retos?
—Mis objetivos ahora estás alejados de cuando conseguía hacer grandes marcas. Cuando cumpla 45 años, que me queda año y medio, me gustaría batir el récord del mundo de los 3.000 obstáculos. Es un reto que me motiva. Hice el récord de España de master 40 y quiero el mundial de master 45. A nivel organizativo, sigo moviendo Lasansi.com con carreras prácticamente cada fin de semana hasta final de año. Este movimiento es bueno para la salud de la gente, las tiendas de deporte y la medicina. Que la gente haga deporte rebaja las facturas de muchos hospitales y sube las ganancias de empresas relacionadas con el mundillo.

—Este año no pudo ir a revalidar los oros en el Mundial master. ¿Se quedó con las ganas?
—Sí, porque venía de ganar cuatro oros en Lyon el año pasado, siendo el atleta con más medallas. Tenía ganas de ir a Málaga, pero coincidía con La Mercè y soy su director desde hace cuatro años. Me quedé con las ganas de ir, pero el papel organizativo ahora es más importante para mí que el de atleta. Espero volver en próximas ediciones.

—¿Cómo ve el presente y futuro del atletismo español?
—En el fondo hay un impás importante. Creo que habrá que esperar unos años. Las ayudas a los corredores a nivel institucional no son las de antes y no hay carreras con presupuestos como los de antes para dedicarte a ellas al cien por cien. Un atleta elite cobra ahora cuatro veces menos. Es una diferencia abismal. Tenemos a Hortelano y Husillos, que demuestran que la cantera de velocidad ha trabajado bien, pero en medio fondo y fondo hay un impás. A ver si sale gente joven.