Emiliano Armenteros conduce la pelota durante el entrenamiento de ayer.

Emiliano Daniel Armenteros (Buenos Aires, 18-01-1986) es el nuevo fichaje de la UD Ibiza para su proyecto en Segunda División B. El argentino que empezó a entrenarse el miércoles con la entidad celeste tiene un largo historial en el fútbol español: más de 100 partidos en Primera División y otros tantos en Segunda, defendiendo la camiseta del Sevilla, Osasuna y el Rayo Vallecano.

—¿Cómo le ha recibido Ibiza?
—Bien, la verdad que muy bien. He llegado el fin de semana, la ciudad es preciosa y en cuanto al club, me he encontrado con todos mis compañeros el miércoles y el recibimiento fue muy bueno. Se ve que hay buena gente, así que contento de estar aquí.

—Eso le iba a preguntar, ¿cómo le han recibido sus nuevos compañeros?
—Muy bien. Se ve que es un grupo muy unido. Hay gente joven y gente más veterana que conforman un gran plantel. Se ve que es un grupo humano muy sano y eso es importantísimo.

—Ahora que ya ha entrenado con ellos también. ¿Cómo ve al equipo en lo futbolístico?
—Llevo poco entrenando con ellos, pero se nota que hay calidad en los jugadores. El grupo está pensando en positivo, a ver si se puede empezar a ganar y a escalar posiciones que es lo que todos queremos.

—A Palop lo conoce de su etapa como futbolista del Sevilla, pero ¿qué le ha parecido como entrenador en estos dos días?
—Bien, lo conocía en otra faceta en la que también era impresionante, como jugador y como capitán. Ahora, lo estoy conociendo como entrenador, pero intenta transmitir al equipo tranquilidad y seguridad en lo que está haciendo y creo que esa es la clave.

—Un jugador de su experiencia con tantos partidos en el fútbol profesional, ¿qué le puede aportar a este Ibiza?
—Bueno, hoy vengo a aportar quizás eso, un poco de experiencia, pero sobre todo trabajo. Trabajo como lo hice en Primera, en Segunda o en el extranjero. Trabajar y trabajar, eso no se negocia, e intentar ayudar en el equipo en lo que se pueda. Esa es la base y todos tenemos que pensar de esa manera y ponernos a trabajar a muerte por el bien del equipo.

—¿Qué le ha convencido para venir a Segunda B a la UD Ibiza?
—Sinceramente, el proyecto. Pude hablar con Amadeo por teléfono y es un proyecto ilusionante. La verdad que motiva. Miras la plantilla, que me puse a investigarla, y ves que hay nivel para hacer cosas importantes que eso es lo que persigue el presidente. Eso fue lo que me ilusionó. Después de un verano complicado, también poder seguir jugando que es lo que más quería.

—Llega en principio hasta final de temporada, pero por lo que me dice parece que no descartaría seguir si las cosas van bien.
—Sí, seguramente. Vamos a hacer lo imposible para que este año vaya bien y después... nunca se sabe. No me quiero poner a pensar en futuros, trato de vivir el presente y ahora hay que ponerse a ritmo lo más rápido posible.

—¿En qué estado de forma llega? ¿Cuánto necesita para poder jugar?
—Lo estuvimos hablando con el preparador físico y el entrenador y poner tiempos no serviría de nada. Nos vamos a ir guiando por las sensaciones en los entrenamientos. Quiero estar disponible cuanto antes, pero no tenemos una fecha determinada. Vamos a ir día a día y veremos si para este fin de semana se puede o será para el siguiente o para el que toque.
—El proyecto de la UD Ibiza está llamado a estar arriba, pero se encuentra en puestos de descenso.
—Sí, es una categoría nueva. Sabemos como se dio todo en el verano y que se le da la plaza al equipo en el último momento. Entonces no es fácil armar el equipo que supongo tenían en mente. No ha sido un buen arranque, pero esto recién comienza y lo que he visto estos días entrenando, hay que plasmarlo el domingo. Creo que siendo positivos, tirando todos hacia adelante y dejándonos la vida en cada pelota, la cosa va a mejorar.

—Tanto usted como Borriello son dos nombres llamados a marcar diferencias. A Marco le está costando adaptarse a Segunda B, ¿teme que le pase lo mismo?
—No, la verdad que ni lo pensé. He hablado con compañeros que están en otras partes para informarme de la categoría, que yo no la conozco, y me han dicho que es una liga muy difícil y dura. Habrá que adaptarse, no queda otra, y no hay excusas. Estoy trabajando para ello y ojalá pueda demostrar que puedo servir.

—¿Qué mensaje le da a su nueva afición?
—El equipo va a dar la vida. Puedo llegar a entender que estos resultados no gusten, pero les pido que tengan un poco de paciencia. El equipo se mata entrenando y pronto se va a notar dentro de la cancha. Vamos a dejar todo para que el Ibiza esté lo más arriba posible.