Instante en el que Adrián Ramos, delantero del CD Ibiza, recorta al defensor antes del disparo que supuso el tercer gol de los suyos. | DANIEL ESPINOSA

Superior, no; lo siguiente. Así se mostró el Club Deportivo Ibiza ante el Sóller, un equipo que no olió la pelota prácticamente en todo el partido y que se llevó un saco de goles a casa. Los de Puma vencieron por 4-0, pero el marcador se quedó incluso corto. Y es que los mallorquines estuvieron a merced en todo momento, replegados atrás e incapaces de inquietar a Marcos Contreras que ayer actuó más de espectador que de portero al no tener que realizar ninguna intervención.

Los locales desaprovecharon tres buenas oportunidades de gol hasta que llegó el primer tanto de la tarde. Winde Samb lanzó desde fuera del área y el guardameta se tragó la pelota en una acción en la que, posiblemente, podía haber hecho algo más. Poco después, Rafa de las Heras puso tierra de por medio después de que, en una falta, Devesa le sirviera el balón en bandeja por encima de la barrera y marcara a placer.

En el segundo tiempo, el CD Ibiza puso más mordiente todavía sobre el terreno de juego al dar entrada al delantero Adrián Ramos por el centrocampista Rubén Nicolás. Lo del delantero ibicenco fue llegar y besar el santo, pues la primera bola que tocó fue para batir al portero con el exterior tras quedarse solo ante él. Minuto 58 y 3-0 en el marcador.

El encuentro estaba más que visto para sentencia y el único entretenimiento radicaba en ver si caerían más goles –o en si arreglaban el marcador electrónico, que bailo más que Patrick Swayze y Jennifer Grey en Dirty Dancing–. Y llegó otro. Juan Carlos Ortiz se sumó a la fiesta tras batir sin excesivos problemas al portero tras un servicio de Devesa en un tres contra el portero.

De esta forma, CD Ibiza encadenó su tercera victoria consecutiva y se mantiene al acecho de la zona play off. Estar arriba no es ninguna quimera.